La banca, el nuevo lastre, lleva al Ibex-35 a los 8.590 puntos

Números rojos en los mercados de renta variable europeos. Y muy importantes. Y eso que el precio del crudo se movía al alza: el barril de Brent, de referencia en Europa, avanzaba un 3,7% al cierre de los mercados europeos y se cambiaba ya por más de 34 dólares, niveles de principios del mes de enero, ante especulaciones que apuntan la posibilidad de recortes de producción en una reunión de la OPEP, luego desmentidas. De todas maneras, esos desmentidos no han sido suficientes para que desapareciera la idea de que los exportadores de crudo están muy inquietos por la cotización actual del petróleo. 

Pérdidas en el Viejo Continente pese a que los índices de Wall Street también se movían en verde. Pero es que en Europa ha reaparecido desde hace días un nuevo fantasma: la banca. La creación de un banco malo por entidad en Italia, el diseño del rescate del sector financiero italiano sigue provocando inestabilidad en los títulos bancarios. En el Eurostoxx 50, es cierto que Unicrédito fue el peor, con una caída de más de un 6%, pero a continuación se colocó Deutsche Bank, con un descenso del 5,44% después de presentar sus cuentas de 2015, mientras que Intesa SanPaolo y el Santander se dejaron más de un 4%. 

El índice italiano fue el peor de todos, con un descenso del 3,49%, mientras el Dax alemán se dejó un 2,44%. Pero el español también sufrió un fuerte recorte del 1,72%, para dar un último cambio en los 8.590 puntos, debido al importante peso que tiene en el selectivo el sector bancario en su composición. Entre los menos castigados, el Cac 40 francés, que se dejó un 1,33%, mientras el Ftse 100 británico retrocedió cerca de un punto porcentual y el PSI-20 de Lisboa terminó la sesión prácticamente plano. 

Entre todas las entidades financieras, la que más sufrió ayer fue Bankia, al retroceder un 3,69%. Después se colocó el Santander, con un descenso del 3,59%. BBVA, por su parte, se dejó un 3,43%, mientras CaixaBank retrocedió un 2,65%. El resto de valores bancarios se comportó algo mejor. Así, Bankinter perdió un 0,89%, mientras que Popular se dejó un 0,64%.

Pero a los bancos les ganó en pérdidas IAG, con un descenso del 5,09%, y también Gamesa, que retrocedió un 4,57%. Entre los peores, también Grifols, que se dejó algo más de un 3%, mientras Telefónica y Amadeus retrocedieron más de dos puntos porcentuales. 

Repsol encabezó los ascensos, con una revalorización del 5,30%, tras anunciara que en 2015 habría perdido 1.200 millones de euros tras hacer fuertes provisiones por la caída del precio del crudo. Pero es que a los inversores les ha convencido el plan de saneamiento de la compañía. Después Acerinox y ArcelorMittal, con una revalorización del 4,69% y un 3,13%, respectivamente. Técnicas Reunidas y FCC se anotaron más de dos puntos porcentuales. 

En Estados Unidos, malas referencias, a excepción de en el empleo, dado que el paro semanal creció menos de lo esperado por los analistas. Pero los pedidos de bienes duraderos cayó un 5,1% en diciembre, cuando se esperaba apenas un descenso del 0,7%. Además, decepcionaron también las preventas de viviendas, al crecer un 3,1% interanual en diciembre, frente al avance del 4,8% que esperaban los analistas. 

En la sesión de ayer, la Reserva Federal norteamericana volvió a lanzar un mensaje cauto sobre la evolución de los tipos de interés. De él no se puede deducir que habrá una subida de los tipos de interés en marzo, puesto que la institución se mostró preocupada por la inflación y se mostró más ambiciosa respecto a los objetivos que alcanzar en cuanto al empleo. La rentabilidad del bono americano a diez años se mantuvo en el 2%. Además, el euro ganaba posiciones con respecto al dólar. La moneda única comunitaria avanzaba al cierre medio punto porcentual, para tocar el nivel de 1,095 unidades, seguramente por los malos datos publicados en Estados Unidos, sumados al mensaje cauto de la Fed, que hace pensar que subidas de tipos podría haber sólo una este año. 

En el resto de la deuda no americana, cierta estabilidad. El rendimiento de los bonos español a diez años bajó desde el 1,62% hasta el 1,61%. El de los italianos se mantuvo en el 1,50%. El que sí cayó más fue el de sus comparables alemanes, al caer desde el 0,45% hasta el 0,41%.

El precio del oro retrocedía un 0,80%, hasta los 1.115 dólares la onza.