Difícl comienzo
Una vez más superada la primera quincena de enero, hemos podido comprobar que poco ha cambiado respecto a cómo finalizamos 2015.
Una vez más superada la primera quincena de enero, hemos podido comprobar que poco ha cambiado respecto a cómo finalizamos 2015. Podemos afirmar que el comienzo del nuevo año ha provocado caídas más severas que las que cerraron el anterior ejercicio. Si hacemos un breve repaso a aspectos en los que profundizaremos más adelante, añadidos a la ya existente incertidumbre, se les suman de nuevo antiguos fantasmas ya conocidos para la economía.
El principal problema con el que se ha encontrado el mercado, es con una clara escasez de compradores activos. El inmovilismo del inversor viene dado por la valoración que tiene de las diferentes estrategias compradoras que se podrían llegar a realizar en el mercado, ya que hay comparativamente un mayor riesgo respecto al rendimiento factible en dichas inversiones. Los principales motivos son que las previsiones de revalorización se están revisando a la baja y los riesgos que propicien nuevos recortes no parece que se vayan a solucionar de un día para otro. Con lo que las caídas del mercado no se han producido, al contrario de lo que podríamos pensar, no por la venta masiva de activos ante un pánico generalizado, sino por ese escaso volumen, promovido por un decremento del apetito por el riesgo del inversor que al poner en la balanza: riesgo vs rendimiento decide ser cauto a la hora de la toma de decisiones.
En esta desidia del inversor, debemos tener en cuenta que el poco volumen comprador se dirige a activos que en un principio pueden parecer más fiables y estables. Y en esta criba selectiva, el IBEX 35 y los activos que lo componen se quedan muy lejos de las preferencias de los inversores, lo que agudiza las caídas. Los motivos son de sobra conocidos, la hostilidad política y la integridad nacional señalan a España a nivel mundial y, principalmente, Europeo como un entorno inestable. A nuestro favor cabe destacar que si todos estos focos de incertidumbre se solventan en las directrices que le gusta al mercado, es decir, en un entorno de estabilidad en el marco europeo, los resultados macroeconómicos están siendo bastante positivos.
En este entorno de inestabilidad deberíamos apostar por sectores defensivos frente a sectores cíclicos como son el sector sanitario, utilities y telecomunicaciones. Valores que pueden tener un mejor comportamiento frente a las turbulencias que se dan en los mercados. Otro de los factores positivos que podrían generar un repunte en la renta variable, es la sobre-venta existente en el mercado.
Como factores negativos sigue lastrando la no claridad por parte de la FED a la hora de establecer un calendario concreto para subir de manera paulatina los tipos de interés. La siguiente reunión de la Fed es el 27 de enero en la que no se prevé ninguna modificación y analizando el poco crecimiento de Estados Unidos, -ya que solo creció en el cuarto trimestre el PIB un 1% anualizado- , todo hace presagiar que la próxima subida es lejana y que los datos mixtos no darán apoyo.
Dentro también del mercado norteamericano deberemos analizar la presentación de resultados donde se estima que las sorpresas positivas sean escasas por no decir nulas. Este escenario nos hace ver un comienzo negativo, muy similar al que tuvimos el año pasado, deberíamos aprovechar estos recortes para plantearnos estrategias optimistas de cara a mediados de año, ya que la situación técnica en la actualidad es óptima, principalmente para activos dentro de RV es sensato el ratio rentabilidad riesgo en el que se encuentran.