La soledad de un ahorrador de fondo
El ahorrador/inversor se siente en ocasiones invadido por una cierta soledad que pronto se convierte en confusión. En situaciones como[…]
El ahorrador/inversor se siente en ocasiones invadido por una cierta soledad que pronto se convierte en confusión. En situaciones como las actuales, y cuando no existe un activo financiero que de forma clara pueda mantenernos el nivel adquisitivo de nuestro ahorro, se echa de menos la labor de un consejero o asesor. Buena parte de las veces esos consejos los encontraremos en la banca privada, pero es muy importante tener en cuenta una serie de criterios antes de dar el "si" a nuestro asesor financiero.
1.- Negocie el precio de su asesoramiento. La tendencia es que el asesor, pertenezca a no a una banca privada, no tenga que cobrarse de las comisiones que reciba de las entidades cuyos productos adquiere para nuestra cartera. No tenga problema en pagar un dinero mensual como se hace con los servicios de los abogados y de los médicos, si lo que espera recibir va a ser rentable para sus intereses.
2.- Exijámosle una comunicación comprensible y fluida. Estaría bien que a final de mes nos haga llegar un resumen con las operaciones y el saldo de nuestra cartera. Es una alternativa que podamos acceder fácil, pero de forma segura, a nuestra cartera por Internet para comprobar estos datos en cualquier momento. Conozco un banco que la atención telefónica la daba desde una ciudad europea, pero por la mañanas no había nadie que hablara español.
3.- Tengámoslo a prueba durante seis meses y, si no nos convence, su forma de actuar, no dudemos en cambiar de asesor.
4.- Pongamos especial atención en su comportamiento cuando se produce un cambio brusco en los mercados. Si no se pone en contacto con nosotros para explicarnos la situación, es mala cosa. Tal disposición es exigible también en agosto porque para alguna entidad que conozco ese mes es como si no existiera, aunque se hundan los mercados.
5.- No olvide nunca que su asesor financiero no es un amigo por mucho que llegue a establecer una estrecha relación. Se trata de un profesional a su servicio. Esto le dará independencia a la hora de decidir y tomar las decisiones más convenientes.