LLega la primavera a la Unión Europea
No hay duda de que algo importante está cambiando en la Unión Europea (UE) y que ello está sentando bien[…]
No hay duda de que algo importante está cambiando en la Unión Europea (UE) y que ello está sentando bien a las Bolsas. Bajo el manto siempre protector del presidente del Banco Central Europeo (BCE) la UE parece alejarse de los planteamientos austeros de Alemania e inyecta actividad y un optimismo primaveral a los mercados.
En cualquier caso, no se pueden echar las campanas al vuelo y los ahorradores e inversores harían bien en recibir con tanta simpatía como prudencia esta iniciativa. Con simpatía porque este movimiento sólo pueden mejorar las expectativas empresariales y, a partir de ahí, sus resultados. Con prudencia porque es bueno no echar por tierra los eneficios acumulados en los dos primeros meses del año.
Ante estas circunstancias, los gestores están proponiendo a sus clientes algunos cambios en los que tratan de tomar una pequeña distancia de las Bolsas, pero sin salir de ella para aprovechar todavía los posibles repuntes. Curiosamente y para un inversor equilibrado recomiendan no superar el 35 por ciento de la cartera y siempre a través de fondos de renta variable europea y norteamericana. Para complementar la cartera sugieren fondos de renta fija europea privada y de medio plazo a través de los que se podrá sacar ventaja del activismo del BCE y de la baja inflación. Las recomendaciones incluyen también esos fondos llamados de "retorno absoluto" y "mixtos de gestión activa y flexible" a los que acuden los gestores cuando las expectativas de los mercados no son nada claras. No son fondos que, por mi experiencia, aporten mucho a las carteras, pero sirven para llenar huecos y, en el peor de los casos, resultan más defensivos que los fondos de renta variable pura.
Por lo demás, es importante observar el comportamiento de los mercados a partir de este lunes cuando Mario Draghi inyecte los primeros 60.000 millones de euros comprando deuda pública y privada y liberando a los bancos de una pesada losada para que puedan ser más generosos en su política crediticia. Cuidado con la euforia.