Febrero loco y muy rentable
Ha sido un mes de blanco, ventoso y frío temporal que ha dejado encogido a medio país. Pero, para los[…]
Ha sido un mes de blanco, ventoso y frío temporal que ha dejado encogido a medio país. Pero, para los ahorradores/inversores se ha tratado de un febrero de magnífico comportamiento de los mercados. Tal comportamiento tiene todavía más importancia si consideramos que enero fue ya un periodo de buenas y sorprendentes rentabilidades. Todo ello ha animado a muchos gestores de cartera a recomendar a sus clientes que abandonen las posiciones de riesgo para asegurar unos beneficios que, en apenas dos meses y para una cartera prudente (con no más de un 50 por ciento de activos bursátiles diversificados geográficamente), se ha situado en el entorno del 4 por ciento. Buena cosecha si tenemos en cuenta que los depósitos bancarios no aportan más del 0,40 por ciento anual y que nos encontramos con una inflación negativa.
La propuesta de los gestores persigue otro objetivo no menos interesante: colocarse a refugio pero en situación de liquidez ante el riesgo de que la situación de Grecia provoque una cierta desestabilización en los mercados a partir del mes de marzo que tardaría unos meses en corregir y podría ofrecer buenas oportunidades futuras para volver a entrar.
Las dos partes (el nuevo gobierno griego y la antigua Troika) eran bien conscientes desde el principio de que sus negociaciones serían tan difíciles como sus pretensiones de mantener sus propuestas a toda costa. No es posible la ecuación de pagar una deuda que supone el 175 por ciento del PIB mientras se obliga a un país a mantener una política de austeridad. En estas circunstancias siempre es bueno recordar aquello que se decía en tiempos en los que no estábamos en crisis: "Si debo 10.000 euros a un banco, tengo un problema. Pero si le debo un millón, el problema lo tiene el banco". Ambas partes son conscientes de esta situación y por ello se ha iniciado un tortuoso y largo proceso de negociación que sólo puede provocar altibajos en los mercados. Quien quiera riesgo va ir bien servido. Pero el que quiera asegurar rentabilidades...