Un empresario irrepetible en el Encuentro de Banca Privada

Si el fútbol para el inolvidable seleccionador español Luis Aragonés consistía en «ganar, ganar, ganar y volver a ganar», un proyecto empresarial para Leopoldo Fernández-Pujals consiste en «vender, vender y vender». Por eso, en la entrevista que Ángel Expósito le hizo durante el III Encuentro de Banca Privada dejó claro que si en España hubiera muchos vendedores, no habría paro. Falta gente con iniciativa, que busque oportunidades. Lo dice el único empresario español que ha conseguido llevar a dos compañías al Ibex-35, primero Telepizza y después Jazztel, con gran éxito en la gestión de las dos empresas. La última está pendiente de resolución de la OPA lanzada recientemente por Orange.

En su intervención en el III Encuentro de Banca Privada hizo también un anuncio importante. Cuando termine con el lanzamiento en Estados Unidos de su último libro «Apunta a las estrellas y llegarás a la luna», Fernández-Pujals se dedicará en cuerpo y alma en poner en marcha una carrera universitaria, basada en el emprendimiento. De esta manera podrá transmitir a nuevas generaciones de españoles su irrepetible experiencia como emprendedor y las claves de su éxito, algunas de las cuales, como contó en la entrevista, las aprendió, curiosamente, durante su participación en la guerra de Vietnam. Pero no ha dudado en aplicarlas en todas las empresas en las que ha estado. Por ejemplo, y me quedo con esta, «No hay que perder tiempo en buscar una excusa, sino en buscar una solución». 

Fernández-Pujals tampoco es de los empresarios que prefieren nadar y guardar la ropa, por lo que puede suceder. Son muy pocos los presidentes de grandes compañías que se atreven en público a hablar de los posibles cambios políticos que en unos meses puede afrontar España. Pero el presidente de Jazztel no tiene problemas en decir que no le gusta el mensaje de Pablo Iglesias, el líder de Podemos, porque, según su opinión, alguien que aspira a convertirse en el presidente del Gobierno de un país, no puede señalar a unos como buenos y a otros como malos. También, no sin ironía, dejó caer que los seguidores de Podemos dirán de él que es casta, «pero hace cuarenta años yo estaba a dos velas», sentenció. Fernández-Pujals, genio y figura, se resiste a bajarse del cuadrilátero.