El efecto Draghi se impone a Grecia
Las bolsas europeas siguen bajo el influjo de las próximas inyecciones de liquidez del BCE, y con buena digestión de las elecciones griegas
Las bolsas europeas siguen bajo el influjo de las próximas inyecciones de liquidez del BCE, y con buena digestión de las elecciones griegas, ya con pacto de gobierno y con opciones de retomar las negociaciones con la UE. Los cierres semanales, a pesar de las moderadas bajas den EE.UU., apuntalan las opciones de proseguir con los avances en Europa, con el permiso de EE.UU. El euro marcó mínimos de los último años frente al dólar, en otra semana de fuerte apreciación para el billete verde.
Y aunque hoy rebota de forma tímida, la fortaleza del dólar sigue relevante. El crudo no despega y sigue tonteando con los último niveles de soporte en los que se ha incrementado el volumen, pero sin fuerza para remontar por ahora. Y los bonos "seguros" marcaban nuevos máximos de precios y, por tanto, reducción de rentabilidades, que siguen en niveles no visto de forma histórica, al menos en lo que respecta al bono alemán. Las respuestas de los bancos centrales de colocar tipos negativos en su depósitos aún vale para que vaya inversión a estos bonos.
Índices europeos con nuevos máximos, a la espera de que puedan contagiarse también los americanos, que aún van por delante. Clave la evolución del sector bancarios en las próximas jornadas para ver recuperar terreno. Resultados empresariales y datos macro volverán a la palestra para afianzar o anular de nuevo el movimiento, en la medida que las incertidumbre respecto al BCE y Grecia ya se han disipado y, por el momento, según con lo descontado por el mercado. Ucrania sigue como foco de conflicto, al igual que la evolución del precio crudo. Veremos si se reduce algo la volatilidad o se mantiene en los niveles más elevados de las última semanas.
El dólar se apreció mucho en la sesión del viernes, llegando en momento a verse el nivel de los 1,1110, aunque acabó cerrando justo por encima de los 1,1200. Se ha alcanzado pues el siguiente nivel objetivo y toca ajustar ahora las zonas de soporte primero en los 1,1100 y apuntar ya a la siguiente referencia en el nivel de los 1,1000. Ahora cualquier rebote tiene como resistencia importante el nivel de los 1,1500 para pensar en validarse, en tanto que a corto plazo han de cumplir está función, primero los 1,1300. Sólo la ruptura la de la de la zona de los 1,1700-1,1800 podría suponer haber marcado un suelo y buscar de nuevo intento de fortalecer el euro. Pero, de momento, con las inyecciones de liquidez del BCE no parece que vaya a ser este el escenario más probable a medio plazo.
El SP500 acabó la semana con avances en su computo final, pero con el retroceso en la última sesión. Se queda pues sigue sin acabar de confirmar la superación de la zona de anterior resistencia, que necesita romperse para volver a presentar opciones de impulso. De momento se mantendrían dentro de las zonas de que definen el rango lateral entre los 1.970 puntos de soporte y los 2.090 de resistencia en sus máximos históricos. El sesgo dentro del mismo es positivo y el fondo se mantendría igual, a pesar de las rebajas en las previsiones de los resultados empresariales futuros. Cerraba la sesión con un retroceso del 0,55% en los 2.051,82 puntos. Veremos cómo va la sesión de hoy que, por el momento, los futuros nocturnos la están recogiendo con recortes moderados, sin contagiarse de las alzas europeas.
Vuelve a quedar pendiente la zona de resistencia de los 2.070-2.080 puntos, que se ha alcanzado pero no superado. En el corto plazo, la zona de los 2.090-2.100 puntos actúa como resistencia para buscar nuevos máximos y extensiones dentro del escenario de avances. Después ya quedan las extensiones y proyecciones a los 2.115-2.125 puntos como siguiente referencia.
Aguanta como primera zona de soporte débil en los 2.020-2.000 puntos. Por debajo de los 2.000 puntos más significativa la zona de los mínimos de diciembre en los 1.970 puntos, que cuenta con el apoyo de la media móvil de 200 sesiones sobre los 1.970,05 puntos, extendiendo la zona hasta los 1.950 puntos. Después están los 1.900 puntos, y ya por debajo, los mínimos tocados de los 1.820 puntos y su extensión hasta los 1.800 puntos. Este nivel es para confirmar la entrada en lateral a medio plazo. Se confirmaría el sesgo negativo con la pérdida de los mínimos anuales, en torno a los 1.750 puntos para el latera,l con la búsqueda de los 1.650-1.600 puntos, que son los que nos marcan la entrada en fase de corrección. Por el momento sigue presentando la menor probabilidad de ocurrencia este escenario negativo.
El Ibex35 se anotaba nuevos avances, para marcar los máximos anuales, y aunque cerró en positivo, no pudo mantener el nivel de los máximos alcanzados ni tampoco la apertura. Un poco quedó a la espera de las elecciones griegas que, aunque ha provocado un inicio de sesión a la baja, vuelven a estar ahora en números positivos. El cierre semanal, por encima de la zona clave de resistencia de los 10.500 puntos, permite pensar en mayores avances hasta el siguiente objetivo si se mantiene la consistencia de eta ruptura. Las nuevas zonas clave de resistencia se han de romper para dar continuidad y capitalizar las medidas de Draghi. Sobre todo con la necesidad de contar con el apoyo del sector bancario. Acabó la sesión con un avance del 0,67%, para cerrar en los 10.581,50 puntos, con opciones de poder proseguir y mantener el escenario positivo a medio plazo, que sigue como primera opción.
Tenemos la primera resistencia en el nivel de los 10.750-10.800 puntos, una vez superada la zona de los 10.500 puntos y colocándose por encima de la media móvil de 200 sesiones sobre los 10.535 puntos ya con pendiente plana. Por encima, para pensar en un impulso más que un rebote toca cerrar el hueco en los 10.710-10.805 puntos, que refuerza la zona de primera resistencia mencionada. Y, luego, los 10.900-11.000 puntos como resistencia importantes, a superar para tener opciones a un nuevo tramo de avance. Se extiende el avance hasta los 11.250 puntos para pensar en opciones de recuperar el escenario de avance, superando los máximos del pasado ejercicio con extensión hasta los 11.500 puntos. El siguiente objetivo queda situado en los 11.800-12.000 puntos, y estaría en condiciones de cumplir el objetivo del patrón de vuelta mayor, que sigue vigente y que acaba su proyección entre los 12.000-12.500 puntos. Draghi no ha decepcionado y, por tanto, la balanza puede inclinarse de forma positiva, una vez despejada también la incertidumbre de las elecciones griegas.
Ajustamos al alza los primero niveles de soporte en la zona de los 10.400-10.350 puntos. Después, ya los 10.000 puntos quedan como pivote, y seguimos con las referencias claves en los 9.800-9.600 puntos, que si se pierden con cierre semanal, abren la entrada en un escenario lateral, con sesgo correctivo hasta la zona de los 9.200 puntos. Por debajo, presiones correctivas sí que amenazarían la entrada en fase de retroceso a medio plazo, que se vería confirmada con la pérdida de los 9.000-8.800 puntos. Pero, por ahora, seguimos otorgando bajas probabilidades a este escenario de corrección, que acabaría por activarse con anulación del patrón y la pérdida de los 7.500 puntos. Si se logran consolidar los 10.500 puntos, los escenario más probables vuelven a decantarse por los avances con la salida del lateral, que hasta ahora aún predomina.