Subida duradera de la renta variable europea

La combinación de un crecimiento moderado, aunque más equilibrado, valoraciones interesantes (primas atractivas que animan a los inversores a volver a exponer sus carteras a la renta variable) y el ánimo nuevamente favorable con respecto al mercado, constituye un entorno propicio para que suban las bolsas.

La combinación de un crecimiento moderado, aunque más equilibrado, valoraciones interesantes (primas atractivas que animan a los inversores a volver a exponer sus carteras a la renta variable) y el ánimo nuevamente favorable con respecto al mercado, constituye un entorno propicio para que suban las bolsas. Aparte de esto, lo que permite obtener un valor superior considerable son los diferentes sesgos de la gestión, en cuanto a la asignación de activos, la asignación sectorial y geográfica, así como la selección de valores.

La mayor parte de la rentabilidad superior de nuestros fondos ha tenido su origen en las decisiones de inversión que hemos sabido adoptar. Esto ha consistido en sobreponderar nuestra exposición a la renta variable, apostando por Europa, la región más afectada por la crisis desde 2008, pero para la que el potencial de revalorización es más importante. En cambio, en los mercados emergentes nos hemos mantenido al margen. Durante 2013 hemos visto valor en compañías de los sectores de bienes y servicios industriales (como EADS o Deutsche Post AG), de medios de comunicación (como Atresmedia o TF1), del bancario (como Unicredit) o de servicios públicos (como EDF). Estos valores están entre los que han registrado las mayores subidas bursátiles del año. Algunos de ellos son valores de 'recuperación', que están iniciando programas de reestructuración en cuanto a organización y costes. Hay varios indicios que hacen pensar que estas fuentes de rentabilidad no van a agotarse en 2014.

En nuestra opinión, el reequilibrio progresivo del crecimiento económico va a continuar. Los países de la zona del euro, especialmente los denominados "países periféricos", están mejorando considerablemente sus balances por cuenta corriente, mientras que la flexibilización recientemente iniciada de los programas de austeridad debería permitir un mayor crecimiento.

Ante todo, los valores de renta variable europea tienen capacidad para no verse afectados ante cualquier posible ajuste monetario. La prima de riesgo asociada a los valores europeos es tan consecuente, que una subida de los tipos tendría un efecto muy limitado sobre el potencial de revalorización de estos activos. La infraponderación relativa del índice Eurostoxx, con respecto a su homólogo estadounidense S&P 500, significativa desde 2008, alcanzó su nivel más bajo el verano pasado. Desde entonces hemos asistido a un incipiente proceso de reconvergencia a largo plazo de ambos índices.

En este contexto, creemos en la recuperación de las acciones del perfil 'valor' con respecto a las acciones de 'crecimiento', ya que hemos identificado un punto de inflexión. Las acciones de 'crecimiento' llevan registrando una rentabilidad superior al Eurostoxx desde 2010, al contrario que las acciones de 'valor'. Esta tendencia registra una inflexión destacable últimamente, con un aumento de la rentabilidad favorable a las acciones de 'valor' y una corrección en las acciones de 'crecimiento'. Estos últimos se ven afectados no solo por niveles de valoración relativamente elevados, sino también por una exposición a los mercados emergentes que les penaliza, debido a los efectos negativos del cambio de divisas.

Philippe Chaumel, socio gerente y responsable adjunto de Rothschild & Cie Gestion.

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