Se impone la debilidad a corto plazo, pero el fondo sigue alcista
Las bolsas, especialmente las americanas, siguieron con los mismos síntomas de debilidad con los que acabaron la semana.
Las bolsas, especialmente las americanas, siguieron con los mismos síntomas de debilidad con los que acabaron la semana. La sobrecompra en las zonas de altas y de resistencias apoyaron las leves correcciones en el corto plazo, con la mezcla de incertidumbres sobre el techo de deuda la más próxima, y a la espera de ver los próximos datos macroeconómicos coyunturales relevantes. Europa, esta vez ya no se despegó, a pesar de la victoria de Merkel, que aún no tiene, sin embargo, la coalición de gobierno.
Draghi siguió recordando que la banca no va a tener problemas de liquidez y que está dispuesto a dar facilidades en forma de LTRO, si fuera necesario, tal como ya hizo en el pasado. Las primeras pruebas a las zonas débiles de soportes son las que nos pueden marcar la mayor o menor profundidad de la corrección, que tendría que ser bastante significativa para amenazar las tendencias de fondo, que siguen vigentes alcistas, tras haberse anulado los peligros de formaciones de vuelta, y que quedan pospuestos a expensas de nuevas estructuras que puedan formarse.
El dólar perdía los 1,3500 al cierre, por poco, pero también está acusando la sobrecompra, en tanto que los bonos aflojaban en su tensión de rentabilidades. Para hoy, sólo datos en EE.UU., sin excesiva repercusión hasta última hora de los mercados de contado europeos. Las bolsas asiáticas han cerrado mixtas, con movimientos moderados, así que la tónica de debilidad podría mantenerse para la jornada.
El dólar intenta la recuperación en la apertura europea de los 1,3500, perdidos al cierre de ayer, pero le siguen faltando fuerzas para atacar la zona de altos del rango objetivo de los 1,3600. Los 1,3400 se mantiene como zona de soporte, una vez ajustados, al alza, el resto de niveles para este siguiente tramo. Si no ataca esta zona de soporte, puede materializar si mantiene los rangos estrechos de las últimas sesiones, en un nuevo patrón al alza de continuación.
La zona de los 1,3400-1,3350 queda como primer soporte débil. Los 1,3200-1,3100 son el primer soporte más significativo, reforzándolo con la media móvil de 200 sesiones lateral, situada sobre los 1,3166. Seguimos con el nivel de soporte en los 1,3000 y, si se pierde, tenemos como nivel clave el nivel de los 1,2800, como zona que marca la pérdida de las opciones impulsivas al sesgar el lateral, a la baja, si llegara a ceder.
Mantenemos el rango de los 1,3500-1,3600 como primera zona de resistencia. Si los supera, el siguiente objetivo está en la zona de techos del canal en los 1,3750-1,3800, que son los máximos que se alcanzaban a principios de ejercicio. De superarlos, dejarían paso a la posible búsqueda de zonas sobre 1,4000-1,4100, en niveles de 2011, pero cuesta de digerir este escenario fundamental, y más cuando más pronto o más tarde se va a iniciar la retirada de estímulos por parte de la Fed.
El Dow Jones encadenó su tercera sesión en números rojos, tras haber marcado nuevos máximos anuales la semana pasada, en la que en su cierre semanal no logró mantenerse por encima de los 15.500 puntos. La sobrecompra es acusada, y comienza a corregirse con la búsqueda de los primeros niveles de soporte débil, si vuelve a la zona de mínimos anteriores. Como soporte, ganará peso la entrada a un escenario lateral, sobre el de avances, que es el que aún prevalece. El retroceso fue al cierre de un 0,32%, para acabar en los 15.401,38 puntos. Aguanta los 15.400 puntos de forma testimonial, y se acerca a la primera zona de soporte débil visto, que los 15.500 puntos no tienen relevancia, y pueden quedar como mero pivote, si lateraliza el precio para consumir tiempo en la consolidación.
En el corto plazo, la primera resistencia nos queda en los 15.700 puntos. Para apostar por más avances hay que atacar este nivel de forma consistente, y buscando la proyección superior del techo del canal. Todavía mantenemos nuestra preferencia por este escenario de fondo, a medio plazo, si no perdemos las zonas de soporte relevantes, buscando los 16.000 puntos como siguiente objetivo. De momento no se ha logrado superar la zona de los 15.500 puntos, de forma consistente, a la espera de cierres semanales, y podemos quedar más en rango lateral, con los soportes en la zona de corrección del último retroceso significativo, sobre los 14.600-14.500 puntos, y estos 15.700 puntos, como techo del mismo, si nos logramos afianzar por encima de forma clara.
Mantenemos el primer nivel de soporte débil en los 15.300-15.250 puntos, y ajustamos la zona de soporte en los 15.000-14.750 puntos, por referencia más sólida, a no perder para no sembrar dudas. Mantenemos como nivel clave a tener en cuenta, si volvemos a tener correcciones en los 14.650-14.550 puntos, lo que supondría posible establecimiento de rango lateral. Se refuerza este nivel con la proyección de la media móvil de 200 sesiones, que está ya los 14.615 puntos y que sigue con pendiente positiva. Perder esta zona debilitaría bastante la situación técnica, porque puede suponer buscar objetivos teóricos en los 13.500 puntos, con el riesgo de iniciar un escenario bajista. Por ahora, este sigue como escenario de menor probabilidad asignada, tras la superación de los máximos, aunque le falte la consistencia en su superación.
El Ibex35 se apuntó a los retrocesos, aunque lograba colocarse en positivo en los momentos iniciales del día, pero en una jornada de rango más amplio que los anteriores, cubría en los mínimos del día el hueco de escape dejado en la semana anterior, aunque se mantenía al cierre. Se volvió a ver la zona de resistencia de los 89.200 puntos, que apenas se atacó. Se nota el cansancio y la sobrecompra acumulada, que muestran las opciones de tomarse un respiro para sanear los avances y enfrentarse a estos niveles técnicamente tan importantes de cara al medio plazo. Cerró con un recorte del 0,71%, y acabó en los 9.109,05 puntos.
Se mantiene la superación de los 9.000 puntos, y dejamos la resistencia en la zona de los 9.200-9.250 puntos a superar de forma consistente, para tener opciones de completar el escenario positivo. Las siguientes extensiones se sitúan en las zonas de los 9.400-9.500 puntos, y dan la continuidad a un escenario alcista, a medio plazo. Por el momento, es por el escenario que nos decantamos, si se logran superar finalmente los 9.250 puntos, ya que entonces se puede proyectar una figura de vuelta de suelo mayor en puntos y en plazo temporal, que cambiaría de forma significativa las proyecciones a largo plazo para el Ibex.
El objetivo teórico, de confirmarse el patrón de giro, va más allá de los 12.000 puntos. Este es el escenario más positivo, pero que aún se ha de completar y, si coincide su confirmación con el cierre del ejercicio, los avances hasta el primer trimestre del próximo año pueden ser significativos.
Sigue reforzándose el primer nivel de soporte hasta el rango de los 8.800-8.600 puntos, que si pasamos en los siguientes avances de los 9.500 puntos, quedará como una referencia clave en las típicas rupturas, al alza, del Ibex. Por ahora seguimos alejándonos del soporte que mantenemos como clave en los 8.300-8.250 puntos, que cuenta con el apoyo de la media móvil de 200 sesiones, que se sitúa sobre los 8.317 puntos y con pendiente positiva, hasta que no se superen, de forma consistente, los 9.500 puntos.
Después tenemos el pivote de los 8.000 puntos de extensión, que son los que se encargarían de anular opciones impulsivas, si acabaran por perderse. Por debajo tenemos la referencia en los 7.800-7.600 puntos, para aguantar las opciones de escenarios de avances, a medio plazo. El sesgo direccional variaría, a negativo, si se pierde esta zona, y apuntaría ya hacia el soporte de los 7.200-7.000 puntos. Perderlo dejaría de nuevo opciones de buscar la zona de los 6.500-6.450 puntos. Parece que nos alejamos definitivamente de los escenarios correctivos que presentan una escasa probabilidad de ocurrencia, pero hasta que no se confirme el patrón de vuelta superior, tenemos que seguir teniendo en cuentas estos niveles clave, que nos anulan el escenario positivo.