Buscando el equilibrio en los ajustes

En septiembre comenzará de nuevo el debate sobre los presupuestos en Estados Unidos, una nueva amenaza

En septiembre comenzará de nuevo el debate en Estados Unidos sobre presupuestos, con la amenaza real de que la falta de acuerdo repercuta en un aplazamiento para volver a aumentar el techo de la deuda. Una amenaza real, pero en mi opinión poco probable. ¿La razón? Un cierto consenso político encubierto para no dañar la recuperación. Pero, hay algo más: la mejora evidente de los datos fiscales.

Un año atrás el Gobierno norteamericano se enfrentaba a un déficit fiscal del 7/8 % del PIB y una amenaza clara de que la deuda federal superará el 100 % del PIB no visto desde la Segunda Guerra Mundial. Lo cierto más allá del debate académico sobre cuál es el tamaño de la deuda sostenible, niveles de endeudamiento de esta tamaño suponen sin duda una amenaza clara para la solidez del crecimiento económico a medio plazo.

La realidad ahora es que un crecimiento económico este año cercano al 2 % y el sequester (el ajuste automático de gastos) ha llevado el déficit público este año a niveles del 4 % del PIB.

Pero, lo más relevante, ha permitido introducir una relajación a medio plazo en la evolución del endeudamiento público. El propio FMI estima ahora que la deuda federal podría estar en 10 años 20 puntos por debajo de los niveles previstos hace un año. ¿El coste? Entre medio punto y un punto sobre el crecimiento del PIB derivado del ajuste fiscal. La Institución Supranacional pide a las autoridades norteamericanas que vayan más lentas en el ajuste fiscal a corto plazo pero que esto se combine con un claro ajuste a medio y largo. Es una recomendación similar a lo que escuchamos en Europa, con una importante salvedad: la recuperación económica. O mejor dicho, la falta de fundamentos para una recuperación sostenida en la zona EUR frente al aumento del crecimiento potencial en USA.

¿Significa esto que los problemas fiscales se han superado en USA? En absoluto.

Un año atrás el abismo fiscal fue una importante amenaza para el crecimiento USA. Pero, corregidos o aplazados las subidas de impuestos, el recorte de gastos aunque más elevado de lo que hubiera sido deseable (FMI). Aunque como decía antes, ha servido tanto para reforzar la mejora en la evolución de las cuentas públicas como un test de la propia solidez de la recuperación. Pero, a medio plazo hay factores de riesgo que van desde la subida de tipos (con niveles de deuda elevados), envejecimiento de la población y el creciente coste de la sanidad. El FMI espera que este último aumente en dos puntos porcentuales en los próximos diez años.

Pero, hay una amenaza en los próximos años que no se puede obviar: el proceso de normalización de las políticas monetarias. Es cierto que se ha producido un ajuste de la deuda privada, pero la cifra total de deuda (incluyendo aquí el balance de la Fed) no ha variado desde los niveles previos a la Crisis. Y esta es una Crisis de deuda. Simplemente hemos cambiado de titular. La recuperación es clave. Seguir con los ajustes, también. Y en este punto se incluye a la Fed. Veremos qué decide en el FOMC de principios de septiembre.

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