Un Obama más agresivo llevó la iniciativa ante Romney
El presidente Obama salió con la lección bien aprendida en el segundo debate con el candidato republicano a la presidencia[…]
El presidente Obama salió con la lección bien aprendida en el segundo debate con el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos. La cuestión era saber si esa apuesta por la forma, en detrimento del fondo, podría hacerle sobreactuar con la consiguiente pérdida de credibilidad. Sin embargo, consiguió pronto mantener un cierto equilibrio entre forma y fondo sin dejar de atacar en ningún momento a Mitt Romney y pronto el candidato republicano se vio utilizando su tiempo para responder a las acusaciones de Obama y perdiendo toda iniciativa.
Errores del republicano
Le costó a Romney sobreponerse y no fue suficiente la coletilla de "yo se cómo hacerlo" para tomar el control de la situación. El candidato republicano fue interrumpido varias veces por la moderadora y cometió el error de permanecer de pie en algunos momentos mientras hablaba el presidente dando la sensación de haberse quedado bloqueado, especialmente cuando Obama recordó al público que su oponente sólo pagaba el 13 por ciento de impuestos, "menos de lo que ustedes pagan", sentenció el candidato demócrata.
Romney se enredó en el debate en algunas ocasiones utilizando mal sus tiempos y, en ocasiones, no respondiendo a las preguntas de los ciudadanos, especialmente en política exterior o en el uso de las armas, porque le preocupaba más contrarrestar las opiniones realizadas por Obama.
Ataques al demócrata
Las continuas alusiones al crecimiento del desempleo y al aumento del déficit público permitieron a Romney rehacerse en el momento en el que un ciudadano de color se mostró escéptico ante los compromisos electorales de Obama. Oxígeno cuando parecía estar ante las cuerdas y más oxígeno cuando otro ciudadano, de entre los ochenta presentes, introdujo el asunto del ataque al consulado de Bengassi. Las preguntas del público obligaron en varias ocasiones a Obama referirse a la gestión de su Gobierno impidiéndole que mantuviera su estrategia de acoso al candidato republicano recordándole continuamente algunas de sus declaraciones.
Sin duda, el actual presidente se presentó ante el debate sabiendo muy bien por donde podía atacar al candidato republicano y haciendo continuas alusiones a las declaraciones realizadas en los últimos tiempos. Por su parte, Mitt Romney trató de mantener su estrategia del primer debate. Pero esta vez resultó menos efectiva ante un Obama que llegó con la lección bien aprendida y supo ponerse a su altura e incluso superarle en algunos momentos en agresividad. El próximo lunes, el siguiente y último debate.