Draghi, el político europeo más eficaz y con mayor visión de futuro

Con sus defectos y virtudes, con sus idas y venidas, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se[…]

Con sus defectos y virtudes, con sus idas y venidas, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se está manifestando en las últimas semanas como el político con mejor y mayor visión de futuro de la Unión Europea. Este comentario es más que probable, que ponga nerviosos a quienes son muy críticos con el acceso a los órganos de decisión política de los tecnócratas. Pero, la situación de la Unión Europea lleva requiriendo desde hace tiempo decisiones políticas efectivas y concertadas y, ante tal reto, sólo vemos medidas elaboradas a trompicones que no tienen continuidad -y lo que es peor-, son medidas sin coordinación entre las diversas instituciones europeas. Draghi emerge justo en el momento en el que se acaban las posibilidades de reacción ante la crisis y cuando un grupo de empresarios alemanes ya españoles, reunidos en Madrid, solicitan a los responsables políticos que actúen para hacer frente a la crisis.

Mario Draghi, venciendo la continua resistencia del poderoso Bundesbank, ha trazado una hoja de ruta que da una mayor consistencia y sentido a los planes de rescate de los países europeos en dificultades. Porque el problema, no es ahora tanto recibir fondos europeos para hacer frente a las necesidades de liquidez, sino tener solvencia para acudir a los mercados para captar recursos financieros. Si se reciben las ayudas a cambio del cierre de los mercados financieros, sólo se consigue aumentar la dependencia financiera en el futuro.

Con condiciones, naturalmente

El Banco Central Europeo (BCE) ha diseñado un plan que permitirá a los países en dificultades que soliciten un rescate contar con el apoyo de la institución. El BCE comprará deuda soberana de uno a tres años, lo que debería facilitar la futura financiación haciendo caer de manera importante la prima de riesgo que deberán asumir los compradores. Pero, naturalmente, ese Programa de Compra de Bonos sólo se aplicará si el país beneficiado cumple una serie de condiciones. No es difícil imaginar que tales condiciones pretenderán actuar sobre los dos frentes que están abiertos en España, si contamos con que la reforma del sistema financiero ya está en marcha con sus necesarios recursos financieros. El déficit del Estado, que sigue desbocado, y el de las comunidades autónomas atraerán, sin duda, las condiciones que se impondrán a España ante una próxima petición de rescate que contaría con el Programa de Compra de Bonos del BCE.

Draghi, que ha insistido en la irreversibilidad del euro, ha puesto, además, tarea a los responsables políticos europeos. Les ha pedido que pongan en marcha las reformas necesarias en instituciones europeas, que adopten medidas efectivas cuanto antes para luchar contra el desempleo, controlar la evolución desequilibrada de las economías y el reajuste de los balances de las instituciones financieras que constituyen los grandes riesgos para que se agrave una cierta recesión económica.

Pedir rescate

Él ha cumplido su parte. Ahora corresponde a los verdaderos responsables políticos tomar esas decisiones efectivas. En el caso de España, no debería justificaciones, ni siquiera las citas electorales, para que no se pida cuanto antes el rescate. De lo contrario, los mercados van a castigar ese exceso de quietud una vez que las cartas están todas sobre la mesa y los milagros no existen. El BCE, como no podía ser de otra manera, ha encontrado una fórmula que debería hacer bajar la prima de riesgo española. Pero, una fórmula en estrecha colaboración con los fondos europeos sobre los que la próxima semana deberá manifestarse el Tribunal Constitucional alemán. Por si hubiera alguna duda, Draghi ha insistido en su discurso: "La compra de Deuda es un mecanismo para evitar escenarios destructivos, su adopción está dentro del mandato del BCE desde la independencia".

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