Pendientes del BCE
Nos empeñamos en protestar los penaltis no pitados, en vez de cuestionarnos nuestra incapacidad para haber evitado esta solución final
Nunca fue más cierto que no dependemos de nuestras actuaciones, aunque sí pueden condicionar las de los demás. Que nos den la posibilidad de jugar la prórroga, depende exclusivamente del BCE y para forzarla, ha estado esta semana Geithner negociando con los responsables que tienen en última instancia la capacidad de decidirla.
Pero como siempre, nos empeñamos en protestar los penaltis no pitados, las faltas cometidas por el rival o los fallos arbitrales, en vez de cuestionarnos nuestra incapacidad para haber evitado esta solución final. Ayer, cuando el guión previsto estaba al borde del consenso, saltaron de nuevo voces discordantes sobre la necesidad de la continuidad del juego, algo similar a que los causantes de la prórroga por la escasa calidad del juego exhibido, no sólo se niegan a ser sustituidos, sino que no admiten cualquier tipo de critica al respecto:
- Andalucía amenaza con llevar el recorte del déficit previsto al Constitucional y añaden: "no gastaremos más, pero tampoco menos, nuestro objetivo es que el gobierno siga mandando el dinero previsto que ya lo administramos nosotros".
- Cataluña, en suspensión de pagos, planta al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
- Asturias y Canarias se oponen a los planes del utillero Montoro.
Después de estas declaraciones, nadie se puede extrañar que los organizadores del torneo se resistan a terminar de esta forma el partido, porque de alguna manera supondría admitir el resultado favorable del contrario, con independencia de los treinta minutos que restan de juego.