Instinto de Supervivencia

"Nosotros somos como los árboles y nuestros problemas como las tormentas, las tormentas hacen que los árboles tengan las raíces más profundas."

Jesús Álvarez (hijo). Periodista español

Tanto Grecia como España vuelven a estar en todos los medios de comunicación. Por un lado se empieza a pensar seriamente la posibilidad de que Grecia abandone el euro sin que el mundo llegue a su fin y que podría ocurrir en cualquier momento durante los próximos dos años. Esto a la larga va a ocurrir, ya que el FMI se está planteando el no concederle más préstamos a Grecia. Todo lo ocurrido con Grecia ha sido una comedia de errores, pero para empeorar todavía más las cosas, están volviendo a cometer los mismos errores ahora con España.

El sistema bancario español va a ser intervenido a cambio de una línea de crédito que ni tan siquiera se acerca a las cuantías incobrables que tienen los bancos en sus balances. Realmente se trata de un plan de rescate a la clase rica para que no tengan que asumir sus pérdidas e incluso se les está premiando por dirigir un banco de forma completamente negligente. Pero hasta que las pérdidas no sean asumidas por los bancos y trasladadas a los acreedores y accionistas, los problemas continuarán empeorando. No se dan cuenta que no están engañando a nadie. Bueno tal vez sí, a su arrogancia, pero a nadie más.

Estamos viviendo una situación extrema con unas entidades españolas cargadas de deuda. Recordarán que el presidente del Santander manifestó públicamente su negación a comprar más deuda española al declarar a cierre del año pasado 59.370 millones de euros alegando que sobrepasaba los niveles razonables de riesgo. Quiero que sepan que la segunda entidad bancaria, BBVA no se queda atrás al declarar el trimestre pasado 56.473 millones de euros. Sospecho que ambos dirigentes deben tener problemas para conciliar el sueño por las noches puesto que la tercera entidad declara tan sólo 8.280 millones de euros.

Pero el Santander y el BBVA no están solos en esta aventura, de hecho podría decir que les acompañamos todos en el viaje puesto que la Seguridad Social tiene invertido el 90% de la "hucha" de las pensiones en deuda española ascendiendo la cifra a 59.088 millones de euros a cierre del año pasado.

Las fuertes subidas de la prima de riesgo están haciendo mucho daño en los balances de los tenedores y el espectáculo que se está dando es muy desagradable. Ayer la realidad hizo una aparición especial a pesar de los muchos esfuerzos de los manipuladores y la rentabilidad del bono a 10 años se colocó en el 7,57%, lo que significa un nuevo record histórico. La bolsa española llegó a caer un 5,2% hasta marcar el mínimo intradiario en los 5.920 puntos. Sin embargo, finalmente se recuperó gracias a una nueva medida desesperada a modo de supervivencia prohibiendo las posiciones cortas en todos los valores del mercado español.

El problema no radica en que exista la posibilidad de colocarse en el lado corto del mercado, el problema está en el enorme agujero existente entre los gastos y los ingresos que generan un déficit que sirve de excusa al mercado para atacarnos con la operativa a la baja.

Hasta ahora el mercado nos ha pedido a las buenas que solucionemos ese agujero pero no hemos hecho nada más allá que bajar un poco los gastos y aumentar la presión fiscal ante la esperanza que los ingresos suban. Efectivamente esta actuación funcionaría en una situación económica normal, pero como lamentablemente no estamos viviendo en un mundo normal, el mercado ya sabe que los ingresos, no sólo no van a subir sino que realmente van a bajar por lo que ha pasado a exigirnos cerrar el agujero por las malas y por desgracia no disfrutamos del mismo instinto de supervivencia que este pino y nos limitamos a prohibir la operativa en corto.

No voy a hablar de la eficacia de esta medida porque ya lo está haciendo el mercado por mí. Creo que tanto Italia como España seguirán el camino de Grecia y parece que va a ser más pronto que tarde. No obstante, creo que de todos los problemas a los que nos enfrentamos, quizás el más peligroso es uno del que nadie está hablando...