Bankia pone el listón para el resto de la banca
Es sorprendente que el Banco de España llegara a aceptar el plan presentado por Rodrigo Rato para cumplir con las últimas exigencias de capitalización del ministerio de Economía
Bankia ha pedido al Gobierno 19.000 millones de euros para el total saneamiento de la entidad. Lo ha hecho tras un profundo estudio de las necesidades del banco a partir de un test de stress con criterios semejantes a los utilizados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) en sus últimos, pero insuficientes stress. Pero el equipo de José Sevilla, mano derecha de Goirigolzarri y artífice del estudio que ha servido para evaluar las necesidades de Bankia, ha analizado también con cuidado la valoración de los activos de la entidad -no sólo inmobiliarios- y la calidad del riesgo de crédito para saber cuanto dinero precisa la entidad para su saneamiento total.
Lo bueno de estas valoraciones, aunque pueda resultar sorprendente, es que han sido aceptadas por el Banco de España y el ministerio de Economía. Es sorprendente porque el Banco de España llegó a aceptar el plan presentado por Rodrigo Rato para cumplir con las últimas exigencias de capitalización del ministerio de Economía. Sin embargo, a partir de las nuevas valoraciones realizadas por el nuevo equipo gestor resulta que a Bankia le faltaban 19.000 millones de euros.
El informe de Bankia que documenta sus peticiones de capital al Estado y que cuenta con el visto bueno del Banco de España y del ministerio de
Economía, va a suponer, sin duda, un listón mínimo que van utilizar las auditoras extranjeras encargadas de evaluar en los próximos meses las necesidades de la banca española. Y, sin duda, se van a tener en cuenta aquellos criterios que han servido al nuevo equipo de Bankia para pedir al Gobierno los recursos necesarios para lograr el total saneamiento y relanzamiento de la entidad.
Sobre los criterios aplicados para descubrir las necesidades financieras de Bankia, destacan principalmente:
1.- Valoración a precios de mercados de los activos inmobiliarios y valoración de los activos industriales para que, en caso de tener que ser enajenados, no produzcan fuertes minusvalías en las carteras.
2.- Atención muy especial al crédito concedido a los promotores. Todo indica que no vale la simple renovación del crédito a su vencimiento. En Bankia, una parte del riesgo crediticio con promotores ha sido reordenado con la consiguiente necesidad de hacer provisiones contra los resultados de la entidad. Es más que probable que una reordenación semejante deba llevarse a cabo en buena parte de los bancos españoles, lo que producirá una necesidad de provisiones que afectará negativamente a los resultados.
Sin duda, las auditoras extranjeras que llevarán a cabo una evaluación de las necesidades de capital y del riesgo de las carteras de los bancos españoles no se quedarán por debajo de los criterios utilizados por el nuevo equipo de Bankia, teniendo en cuenta, además, que cuentan con el visto bueno del Banco de España y del ministerio de Economía. Sería absurdo que así no lo hicieran.
Los trabajos de Bankia para fijar sus necesidades de capital,- "a fondo perdido", como señaló José Ignacio Goirigolzarri- se han convertido de esta forma en el mejor guión de lo que se debe analizar y valorar en el resto de los bancos españoles. La cuestión es cuantas entidades podrán soportar la severidad y rigor aplicados en las valoraciones de Bankia sin
que tengan que ser nacionalizados. Sin embargo, parece que Banco de España y ministerio de Economía están por la labor de sacar a la luz, de una vez, las verdaderas necesidades de los bancos españoles. Otra cosa es como se conseguirán los recursos para hacer frente a las posibles necesidades que pudieran aparecer tras el trabajo realizado por las auditoras.