¿"Brotes verdes" en el "ladrillo" español?
Da un poco de miedo hablar de "brotes verdes" en la economía española cuando acabamos de saber que no hace[…]
Da un poco de miedo hablar de "brotes verdes" en la economía española cuando acabamos de saber que no hace otra cosa que perder competitividad, cuando los organismos internacionales coinciden al señalar que será la última en salir de la crisis y cuando, al otro lado del Atlántico, el analista John Mauldin ironiza diciendo que quienes confían en la salud de los bancos europeos van "fumados" de crack, dado que estarían pasando por alto la gravedad de la "madre de todas las burbujas inmobiliarias" que sufre España y que terminará por llevar a la quiebra al sistema financiero doméstico.
Pero, haberlos, haylos.
Acabamos de conocer la estadística de transacciones inmobiliarias que elabora el Ministerio de Vivienda. En el segundo trimestre se vendieron 112.886 viviendas, lo que representa un incremento del 7,8% con respecto al trimestre anterior. Podemos hacer referencia a otro dato de esa misma estadística: en los seis primeros meses del año, se cerraron 217.589 transacciones inmobiliarias, lo que implica un descenso del 31,16% con respecto al primer semestre de 2008.
Quizá convenga fijarse más en la comparativa intertrimestral que en la interanual. Los economistas afirman que, de esta manera, se toma mejor, más de cerca, el pulso a la crisis y a la recuperación. Si nos fiamos de estos analistas, podemos afirmar, pues, que estaríamos diciendo adiós al frío invierno de la recesión. Además de las transacciones, también muestran un comportamiento similar las cifras de créditos hipotecarios concedidos o, incluso, de los precios. Los expertos que creen cercana la primavera opinan que no puede ser de otra manera: la vivienda se ha abaratado, también las hipotecas, gracias al euribor, y es posible que los bancos estén volviendo a aplicar políticas más laxas en la concesión de créditos.
Lo malo es que los datos positivos todavía no son suficientes.
No hay que caer en deducciones erróneas: que el ritmo de caída de los indicadores se modere o que cambien ligeramente de dirección no significa que los precios de la vivienda vayan a empezar a subir. Se estima que hay 1,5 millones de pisos sin vender en España. Y la demanda, aunque se va recuperando, tal y como indican las estadísticas apuntadas anteriormente, sigue muy por debajo de los niveles de los años anteriores. No hay que olvidar que la tasa de paro sigue al alza quizá, hasta el 20%. Así no es posible que los precios suban. La purga tiene que continuar. Algunos expertos creen que, hasta que la sobreoferta se liquide definitivamente pueden pasar, al menos, dos años. Como síntoma de ello, podemos tomar otra estadística: la de permisos de obra, que sigue por los suelos. Hasta que los constructores no liquiden su stock no comenzarán a construir.
Ahora mismo, según las estadísticas oficiales y las de los tasadores, la vivienda, de media, cuesta lo mismo que en 2005 ó 2006. Continúan siendo precios de burbuja. El ajuste tendrá que continuar quizá, hasta llegar a precios equivalentes a los de 2003.