¿Se está gestando la tormenta perfecta en bolsa?
Como las hojas verdes del olmo viejo con las que Machado aludía a la mejoría de salud de última hora[…]
Como las hojas verdes del olmo viejo con las que Machado aludía a la mejoría de salud de última hora de su mujer Leonor antes de su desaparición, la bolsa disfruta de unos días plácidos, los últimos del año. Suben los índices -alrededor de un 20% desde sus mínimos de octubre- pero son muchos los que sospechan que se está gestando la tormenta perfecta en los mercados. Una ola con nombre de hedge fund se adivina en el horizonte. Agoreros y optimistas no acaban de ponerse de acuerdo sobre su intensidad.
¿Cuántos no han dado todavía la orden de reembolsar sus participaciones en los hedge? Con toda seguridad, el fin de semana no habrá servido para tranquilizar a los que han hecho un ejemplar ejercicio de paciencia. El nuevo vicepresidente electo de Estados Unidos ha dicho que el país está en una situación mucho peor de lo que se pensaba, el FMI que son necesarios más estímulos fiscales para que 2009 no sea un año aún peor de lo que se prevé, y el Banco de España que la crisis se puede extender más allá de 2010. ¿Seguro que tres realidades tan distintas y de tan diversa procedencia están totalmente descontadas por los mercados?
Conviene decir que los mensajes llegan con los tipos de interés técnicamente en cero en EEUU y Japón y diez días después del estallido del caso Madoff, ese que los optimistas dicen que es la traca final de una crisis en la que lo peor ya ha pasado. Lo otra tesis, en las antípodas, dice que las órdenes de reembolso de los hedge amenazan con sembrar el pánico en el primer trimestre de 2009. Se dan con un preaviso de un mes o mes y medio y la mayoría se reembolsan trimestralmente. Hagan cuentas desde el 12 de diciembre, cuando la estafa de Bernard Madoff sacudió al mundo.
Y no se puede perder de vista que las bolsas son las víctimas colatelares número uno de la crisis de liquidez que sacude a los mercados de crédito. En la renta variable existe toda la liquidez que ya no garantizan los mercados de renta fija o el private equity, éste último ahogado por la muerte de los apalancamientos a medida. Por lo tanto, son las bolsas las que recibirán la oleada de ventas. Nunca un funcionamiento tan impecable como el que han demostrado en los momentos más duros de la crisis fue -así ha sido durante 2008- un enemigo tan temible.
Dicen los que siguen viendo el vaso medio lleno que el grueso de los reembolsos de hedge funds ya se ha ejecutado. Y también que los mercados han encontrado ya ciertos soportes desde los que les cuesta caer. Otra cosa es justificar por qué los índices suben desde el estallido del caso Madoff o por qué los volúmenes siguen en mano de los operadores a corto. Señales más que suficientes para buscar un buen refugio con buenas vistas a esa ola que viene a poner en valor a unas bolsas que, de momento, miran para otro lado.