Las joyas inmobiliarias de la banca, para los grandes banqueros
Hay urbanizaciones enteras en Málaga o en Cádiz que son propiedad, desde la primera hasta la última vivienda, de las[…]
Hay urbanizaciones enteras en Málaga o en Cádiz que son propiedad, desde la primera hasta la última vivienda, de las cúpulas ejecutivas de los grandes bancos españoles. No de las actuales, sino de aquellas que a primeros de los noventa gestionaron la -hasta la actual- última gran crisis inmobiliaria en España. Hoy, son muchos los profesionales del sector que llaman a la puertas de los grandes bancos cargadas de ladrillo para preguntar por la posibilidad de comprar bloques de viviendas en los promociones de alto standing de la costa o las grandes capitales. La respuesta es que no están en venta. Adivienen quién se las va a quedar y a qué precios.
Hay quien ya ha empezado la caza y captura de chollos y ha estampado la firma en las escrituras de propiedad. Un presidente de un banco de negocios español acaba de quedarse con varios pisos en la zona norte de Madrid entregados por Nozar a un gran banco bajo la fórmula de la dación en pago. Y son muchos los family office que están realizando ofertas de compra pidiendo descuentos del 40% y el 50%. Se empiezan a cerrar operaciones, sí, pero lo mejor de lo mejor lo tienen los bancos a buen recaudo. Si les queda alguna duda, mírense las ofertas inmobiliarias de la banca en Internet para comprobar la categoría de las mismas. Bombones hay muy pocos; infraviviendas, como en el caso de algunas cajas de ahorros sobre todo, unas cuantas.
Dicen quienes buscan y rebuscan tesoros en los inmuebles adjudicados por los promotores a la banca que hay joyas que ya han sido reservadas por los altos cargos de los bancos a los que pertenecen. Y aún más, que no van a firmar las compras ahora, sino cuando las propias entidades financieras den una vuelta de tuerca más a los precios - que se la aplicarán, no les quepa ninguna duda- y puedan adquirir los inmuebles a precios mucho más asequibles. Pensarán los sufridos ejecutivos de nuestros bancos y cajas que alguna ventaja había de tener convertirse, sin querer y de mala gana, en las mayores inmobiliarias del país.
Dicen que en los bancos españoles faltan gestores de crisis -y es verdad, porque la oleada de prejubilaciones de hace unos años se ha llevado por delante a quienes lidiaron con la del ladrillo de principios de la pasada década- pero no banqueros de colmillo afilado que saben dónde están las oportunidades. Para eso no hacen falta asesores, ni experencia. Es cuestión de calidad del activo inmobiliario, por localización y precio. Como hace 20 años, la banca tiene las llaves del mercado inmbilario. Suyos son los suelos y las viviendas, y suya es también la financiación de las mismas.
Y también será el sector financiero el que marque el ritmo al que van a caer unos precios claramente sobrevalorados todavía en comparación con otros países que han sufrido la burbuja como Irlanda y sobre todo Reino Unido y Estados Unidos. El día que los precios se ajusten a la realidad del mercado, volverá la liquidez y se dispararan las compras. Para el personal serán las sobras: las joyas inmobiliarios de la banca son para los banqueros.