¿Qué espero como inversor en el 2010?
Las portadas de revistas y suplementos de diarios sobre "¿Dónde invertir en el 2010?" -INVERSIÓN fue la primera- obligan necesariamente[…]
Las portadas de revistas y suplementos de diarios sobre "¿Dónde invertir en el 2010?" -INVERSIÓN fue la primera- obligan necesariamente al inversor a reflexionar sobre las expectativas del nuevo año.
Sin duda, firmaría un ejercicio semejante al del 2009, aunque hayamos cogido sólo una parte del buen comportamiento del mercado bursátil. Pero, me temo que el 2010 va a ser más complicado, aunque al final del ejercicio se puedan obtener unos resultados semejantes a los del 2009.
Hay muchas amenazas alrededor del sistema financiero. Y los valores bancarios han sido y seguirán siendo los que marquen el ritmo de los mercados. De nada servirá que el sector del automóvil resurja de las cenizas en el 2010, si los grandes valores bancarios no logran enderezar sus resultados y van devolviendo sus préstamos al Estado. Tendremos, por tanto, una renta variable con mucho riesgo y la amenaza del Banco Central Europeo -que no llego a creerme del todo- de ir abandonando a su suerte a las entidades financieras.
Lo peor es que por el lado de la renta fija las cosas no pintan mucho mejor. Hay, sin duda, un exceso de oferta y un riesgo de caída en el rating de algunos países, entre ellos España, que da un cierto ambiente de inestabilidad a este mercado.
El mercado inmobiliario, mientras no se produzca de verdad una bajada de precios, no va a ofrecer muchas oportunidades el año próximo. Y en cuanto a los mercados de materias primas, el riesgo se va a incrementar de manera importante y difícilmente podrá convertirse en una alternativa para los que no sean inversores agresivos.
En el 2010 hay que seguir más de cerca que nunca dónde colocamos el dinero. Seguramente deberíamos pedir apoyo a un buen asesor financiero, pero cuidando bien que se preocupe de atender a nuestro perfil de inversor antes que de cumplir los objetivos de su entidad. Créanme que existe este tipo de asesor, aunque hay que buscarlo y nunca, nunca echarse en sus manos y dar por bueno todo lo que diga y proponga. Eso es lo que yo espero hacer. Les iré contando como resulta todo. ¡Feliz Navidad y buen Año Nuevo!!!!