Las bolsas entran en nueva fase correctiva al estrellarse contra resistencias claves

La jornada del viernes supuso un jarro de agua fría para los mercados. Los datos macroeconómicos siguen mostrando una tozudez[…]

La jornada del viernes supuso un jarro de agua fría para los mercados. Los datos macroeconómicos siguen mostrando una tozudez remarcada para reflejar que crecimiento económico sigue estando lejos de los niveles estándares para poder resolver la crisis. El dato de empleo estadounidense tuvo efectos devastadores que añadieron más preocupación a la ya existente. En Estados Unidos no se crearon puestos de trabajo en el mes de agosto y ello es preocupante, la esperada comparecencia de Obama para anunciar medidas contra el desempleo ha cobrado más importancia y va ser una de las claves de la semana. Puede ser un apoyo o un avance para intentar ver si la FED está dispuesta a lanzar definitivamente un nuevo plan de estímulos (QE3).

Mientras en Europa el tema griego sigue como una patata caliente, la retirada de los funcionarios del FMI que están supervisando/negociando el tema y la negativa griega de asumir más recortes nos acercan cada vez más irremediablemente a la quita. Sin embargo si ésta se hubiera efectuado desde los inicios, que el mercado descontaba entre un 25% y 30% aplicando luego unos tipos adecuados para su financiación, habría sido menos dolorosa de la que el mercado está descontando ahora en donde se maneja cifras próximas al 70%. Y desde luego añadiendo una dosis de desconfianza y posible efecto contagio muy superior.

Técnicamente todos los índices se han estrellado contra sus resistencias clave para confirmar los patrones que validaban los rebotes, y ello nos aboca como poco a la prueba de las zonas de soporte anteriores. Pero vista la debilidad y los escenarios de pesimismo es posible que nos resistan y que nos veamos abocados a continuar en la fase correctiva. Cada vez los conejos de la chistera son menos efectivos. Parecen repeticiones que no han dado los resultados esperados, y el desatino de la clase política se hace cada vez más evidente.

Tal como contabamos la semana pasada el dólar no se creía los avances y mostraba su tozuda apreciación hoy en la apertura europea ya lo tenemos en la zona del 1,4100 con opciones de atacar los mínimos del pasado mes de agosto en torno los 1,4050. La escalada otra vez del oro y puede volver a buscar los máximos en torno los 1.900 dólares/onza es otra muestra de desconfianza hacia la renta variable.

El Dow Jones, que hoy permanece cerrado, acabó por debajo de los 11.300 puntos que era el nivel que nos marcábamos como máximo en el retroceso de consolidación el posible patrón de doble mínimo que estaba marcando. Aun hay opción de que se transforme en un patrón triangular si no pierde los 11.000 puntos. Pero cierres por debajo de este nivel nos arrojan a la búsqueda del soporte clave en torno los 10.800-10.600 puntos que de ceder nos llevan a la continuidad de los recortes hasta la zona de los 10.000 puntos. Para anular esta situación sólo quedaría una rápida recuperación del nivel de los 11.500 puntos de la consolidación del mismo con cierres semanales por encima de esta zona. En estas condiciones y contando con tener un buen apoyo de volumen aún cabría la opción de intentar buscar la zona de resistencia clave para a medio plazo, que es la que nos ubica en un escenario lateral con opciones de sesgarse al alza, que tenemos en torno a los 12.000 puntos.

El Ibex 35 cerró por debajo de los 8.500 puntos, fue a buscar el vértice proyectado del patrón triangular tras estrellarse en la resistencia de los 8.800 puntos que marcábamos como clave para configurar un patrón de doble suelo. La formación triangular ya ha perdido su poder predictivo desde la perspectiva ortodoxa y por tanto entramos de nuevo a valorar las zonas de soporte que nos dejaba el patrón de doble mínimo. Presentamos un primer soporte en los 8.150 puntos antes del importante la zona de los 8.000 puntos. Atacar y perder los 8.000 puntos nos llevan de nuevo al objetivo de los 7.800 puntos, referencia de los mínimos anuales.

Después de este nivel tenemos los 7.500 puntos y la zona de los 7.200-7.000 puntos antes de proyectarnos hasta los mínimos de 2009. Este es el escenario que manejamos de mayor probabilidad y por tanto nos mantenemos en la trayectoria bajista. También es cierto que es el que se hace más evidente para todo el mundo y desde la visión técnica se podría defender su incumplimiento si apostamos por la teoría de la opinión contraria, pero por ahora los argumentos son muy débiles. Para no concretarse este escenario de corrección la resistencia sigue estando vigente en los 8.800 puntos, y la fluctuación en torno los 8.500 puntos nos deja con un sesgo lateral débil en el corto plazo. De momento parece que septiembre sigue los pasos de agosto, y en camino de seguir de refrendado que es uno de los peores estadísticamente en cuanto a rendimiento bursátil se refiere.

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