Fiscalidad de ida y vuelta
Tiempo de cambios en los que la crisis económica va imponiendo, le pese a quien le pese, nuevos hábitos de[…]
Tiempo de cambios en los que la crisis económica va imponiendo, le pese a quien le pese, nuevos hábitos de consumo, presupuestarios, fiscales... Porque en poco tiempo, el escenario que guiará nuestras decisiones económicas y financieras más importantes apenas se parecerá al actual. Hay que estar preparados para que los cambios no nos sorprendan, aunque algunos de ellos será inevitable que nos coja con el pie cambiado.
La crisis y las ingentes necesidades de ingresos fiscales han hecho renacer de sus cenizas el impuesto sobre el patrimonio en toda Europa, una figura fiscal casi en extinción en el Viejo Continente, pese a la resistencia de Francia y España.
Vuelve a Europa con un ímpetu renovado y, muy probablemente, utilizando otra envoltura para que el retorno al pasado resulte menos traumático. Finlandia ya lo ha impuesto y Alemania acaba de presentar un proyecto para su segura aprobación en el Parlamento.
En España, su restitución efectiva, porque nunca desapareció, depende ahora de las comunidades autónomas. Pero son tales sus necesidades financieras que no habrá ninguna comunidad que se resista a imponerlo de nuevo. Todo es cuestión de tiempo, como le ocurrirá a la recuperación del impuesto de sucesiones y donaciones en aquellas comunidades que decidideron practicamente su desaparición.