Los cierres semanales y el dólar aún otorgan opciones al rebote
Al final las palabras de Bernanke del viernes no fueron tan decisivas, se limitó a dejar abiertas las opciones de utilizar todo su arsenal de recursos para activar la economía cuando lo considere pertinente. Sí constató que es preocupante el momento de crecimiento de la misma y sobre todo la situación del paro. Pero la notificación de la casa blanca diciendo que Obama presentará nuevas medidas centradas sobre todo en este punto condicionó probablemente lo que el mercado sigue intuyendo: una confirmación de la aparición de un nuevo QE3.
Los cierres en EE.UU. a pesar de la irrupción del Irene, y quizá para dar ánimos, fueron positivos y con estos impulsos de momento se salvan los patrones a nivel semanal que pueden propiciar los rebotes. La situación sigue desigual, puesto que en Europa las ayudas a Grecia en su formalización siguen coleando y la política por ahora no logra domesticar la economía. Veremos como acaba cerrando agosto que lo que respecta a la bolsa española ya que de momento éste es uno de los peores de los últimos años, pero un quedan tres sesiones para poder maquillar el estropicio.
Iniciamos la semana con el dólar debilitándose frente al euro superando de entrada la zona clave de los 1,4500. Deberemos tener cierres consistentes por encima de este nivel realmente para confirmarlo. Ha resultado paradójico que viviendo unas jornadas de volatilidad extrema en los mercados de deuda y la renta variable, en cambio del billete verde frente al dólar se ha mantenido con tan poca fluctuación, siendo como es habitualmente el mercado que registra movimientos más volátiles. Si mantenemos el nivel de correlación vivido durante una buena parte de este ejercicio que presentan el billete verde y la bolsa, la apertura de la divisa hoy debería resultar positiva para la renta variable. De hecho los futuros europeos ya han abierto al alza respecto los cierres del viernes al igual que el mercado nocturno de los futuros americanos, pero lo importante son los cierres.
Las siguientes zonas de resistencia para el dólar las tenemos en el corto plazo la zona del 1,4580 y la siguiente algo más alejada en la zona de los 1,4700. La superación de este último nivel podría proyectar a la divisa americana a los mínimos del año frente al euro que se alcanzaban el pasado mes de mayo sobre los 1,4830. El primer soporte lo presenta en el rango de los 1,4320-1,4250, sin embargo el nivel importante donde confluyen las zonas de mínimos anteriores, diversas directrices y también la media móvil de 200 sesiones se encuentra en la zona del 1,3980. Atacarse o perder estos niveles supondría un varapalo también para las bolsas y posibilidades depreciación del dólar frente al euro hasta la zona del 1,3700 con una posible extensión hasta los 1,3500.
El Dow Jones tras perder los mínimos de la jornada del viernes la zona de los 11000 puntos, acabó cerrando las proximidades de los 11300 puntos. Los mínimos del día acabaron en la proyección de la débil directriz alcista que tenemos uniendo los mínimos anteriores y que por ahora todo de soporte y que nos sirve de referencia para marcar la debilidad o la fortaleza del rebote. A nivel de volumen no fue nada destacable la sesión respecto las anteriores y tenemos claro que se mantiene el nivel de los 11500 puntos, a superar de forma consistente y que así tengamos opciones de validar el patrón de doble mínimo que, de momento, sigue vigente.
La ruptura de este nivel nos deja con un objetivo teórico entre los 12100 y los 12200 puntos, en la zona clave que marcó el inicio de la fase de corrección a comienzos de este mes. La recuperación de la directriz de avance pérdida queda un más arriba ahora ya proyectándose sobre los 12350 puntos. La zona de soportes que establecemos el rango que cumplen los niveles de mínimos entre los 10800 puntos y los 10600 puntos. Su pérdida anularía la figura de doble mínimo y provocaría la continuidad de las correcciones con objetivo bastante probable en primera instancia hacia los 10000 puntos. Aunque estamos un poco en terreno de nadie aún tiene algo más de peso el sesgo correctivo en las probabilidades otorgadas de escenario de ocurrencia, de ahí que la prudencia tiene que seguir imperando dadas las volatilidades que presumiblemente pueden mantenerse.
El Ibex35 salvó por poco la salida por la parte inferior del patrón triangular que en combinación con la figura de doble mínimo pugnan por formalizarse. Durante los mínimos de la sesión se perdió la referencia que marcábamos como importante en cierre semanal en torno los 8150 puntos para confirmar la ruptura a la baja del patrón de triángulo, incluso se aproximó a los 8000 puntos en los mínimos anteriores. Pero en cierre salvó esta referencia y por tanto aún sigue por dentro de la figura sin resolverse y aproximándose cada vez más al vértice de la misma pudiendo perder por tanto también su poder predictivo en la direccionalidad de la ruptura. El volumen continuó en línea de las anteriores jornadas siendo muy bajo. La zona de resistencia para resolver el patrón triangular con escape al alza lo tenemos sobre los 8580 puntos, que se extienden para confirmar el patrón de doble suelo hasta los 8830 puntos.
Cierres consistentes por encima de este nivel deberán venir apoyados con volumen para dar validez a la figura del doble mínimo y se debería atacar la siguiente zona de resistencia que tenemos comprendida entre los 9200 y los 9400 puntos. El objetivo teórico del patrón de doble mínimo aún queda con un mayor avance hasta la zona de los 9800 puntos. Si acabara por lograrse este objetivo tendríamos opciones de recuperar la lateralidad pérdida y entonces el rango de fluctuación que cabría establecer como más probable lo presentaríamos entre los 10400 puntos y los 9400 puntos recuperando rangos de movilidad volátil anteriores a la entrada del proceso de corrección, el cual sigue vigente hoy. Si falla en la resolución al alza del triángulo y de la posterior formación de doble mínimo la pérdida primero de los 8000 puntos y posteriormente de los 7800 puntos nos abre el camino primero a la referencia de 7500 puntos y al objetivo posterior de la figura triangular entre los 7200-7000 puntos. Recordamos que después de ahí la siguiente referencia está en los mínimos de 2009. No podemos descartar ningún escenario ya que por ahora nos estamos moviendo en un mercado más de titulares y declaraciones y sentimientos que de valoraciones en una fase muy convulsa en la que las incertidumbres no se despejan ni se reducen.