¡Ay las cajas regionales!

No es ninguna sorpresa, pero tampoco ninguna casualidad que aquellas cajas que optaron por mantener su identidad regional en el[…]

No es ninguna sorpresa, pero tampoco ninguna casualidad que aquellas cajas que optaron por mantener su identidad regional en el momento de iniciarse el proceso de fusiones sean ahora las que presentan los peores datos sobre cumplimiento de las normas de capitalización. Parece claro que en el instante de decidir la fusión pesaron más los componentes geográficos o políticos que los de contenido económico, financiero e incluso laboral. Y el Banco de España e incluso el Ministerio de Economía, que debió consentir aquellas fusiones para no entrar en conflicto con el poder político autonómico, pasa ahora factura.

Novacaixagalicia, Catalunyacaixa y Unnim no salen muy bien en el retrato que el Banco de España distribuyó sobre la situación de todas las entidades financieras en el cumplimiento de los nuevos requisitos de capitalización. Además, ninguna de las tres han presentado su plan para alcanzar el nivel requerido, lo que sí han hecho otras entidades como Bankia, Mare Nostrum o Banca Cívica, que presentan también claras necesidades de capitalización.

Novacaixagalicia, Catalunyacaixa y Unnim deberán presentar en quince días hábiles su estrategia y calendario y, si la estrategia contempla pedir ayudas públicas, deben presentar en un mes un plan de recapitalización. La sensación es que Catalunyacaixa y Unnim ya tienen un plan B, mientras Novacaixagalicia, la más necesitada de capital, parece más perdida y todavía no ha tomado una decisión definitiva.

Pocas sorpresas entre los bancos porque las necesidades de Bakinter se esperaban, teniendo en cuenta el modelo bancario porque el que lleva apostando desde hace muchos años. No presentan necesidades de capitalización otros bancos que parecían estar en el límite. Mejor así.

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