¿El FGD es para los bancos o para los clientes?

Lo ha dicho David Vegara, el secretario de Estado de Estado de Economía, "si hay que intervenir bancos lo haremos con el Fondo de Garantía Depósitos (FGD)". Da respuesta de esta forma a la preocupación expresada el día anterior por el presidente del BBVA, Francisco González, para que el Gobierno no caiga en la tentación de hacer una intervención directa  en las entidades a imagen y semejanza de la que se han hecho en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Francia y que son la antesala de una auténtica nacionalización del sector.

Por lo tanto, hay coincidencia entre el Gobierno y las entidades financieras. La cuestión que se suscita ahora es ¿El Fondo de Garantía de Depósitos es el instrumento que debe utilizarse para la recuperación de bancos en crisis? Y en este punto hay algunas discrepancias, incluso en el mismo sector financiero.

El Fondo de Garantía se ha vendido en los últimos tiempos como el instrumento que asegura a los ahorradores los depósitos que tienen colocados en bancos y cajas hasta 100.000 euros. Pese a su papel en el pasado, ahora aparece más como un instrumento al servicio de los clientes que de los bancos y cajas de ahorros.

El Fondo no tiene muchos recursos, apenas 7.000 millones de euros, que serían insuficientes para cubrir todos los depósitos en el caso de un colapso en el sistema financiero, pero transmite una imagen de seguridad a los ahorradores, imprescindible en estos momentos. Su utilización para sanear y recuperar bancos en crisis puede plantear algún problema innecesario porque bien se podría crear un nuevo instrumento sin tener que recurrir al FGD en el caso de que tenga poblemas alguna entidad.