Renta vitalicia: una buena receta para complementar las pensiones
Las ventajas fiscales y la posibilidad de rescatar el capital son las principales ventajas de las rentas vitalicias
La inversión en rentas vitalicias se ha convertido en una fórmula cada vez más utilizada por los jubilados que quieren complementar su pensión y no perder poder adquisitivo durante su retiro. Este interés ha hecho que a cierre de 2020 hubiera en España más de 2.073.500 asegurados con rentas vitalicias y temporales.
Son seguros de vida, generalmente de prima única, que transforman un capital acumulado en una renta periódica que recibirá el asegurado hasta su fallecimiento.
La renta puede ser mensual, trimestral o anual y su cuantía depende del capital aportado y de la rentabilidad del seguro. Lo habitual es que inviertan en renta fija por lo que sus retornos, debido a los actuales tipos de interés en el cero por ciento, no son muy elevados, ahora rondan entre el 1 y el 1,5 por ciento, por ello es necesario una inversión inicial elevada para conseguir mayor rentabilidad.
No obstante, existe la posibilidad de actualizar el tipo de interés de la renta vitalicia y de que el importe de las rentas se vaya incrementando anualmente en función de un porcentaje definido al firmar el contrato.
En opinión de Carlos Esquivias, responsable de la Comisión de Vida y Pensiones de la patronal del seguro Unespa, con los tipos de interés tan bajos las rentas vitalicias «ahora tienen menos atractivo para los ahorradores, aunque sigue habiendo quienes no quieren arriesgar su dinero y optan por ellas».
Ventajas fiscales
Entre sus principales ventajas destaca su fiscalidad. Tributan como rentas del ahorro, al tipo fijo del 19 por ciento para rentas inferiores a 6.000 euros, o al 21 por ciento para rentas del ahorro entre 6.000 y 50.000 euros.
Además, si el ahorrador tiene más de 65 años y vende una vivienda, acciones, planes de jubilación, fondos de inversión u otros bienes y si esa ganancia patrimonial la reinvierte toda o una parte en una renta vitalicia, hasta un importe de 240.000 euros, queda exenta de tributar.
A juicio de los expertos, las rentas vitalicias son una buena opción para quienes llevan ya un tiempo jubilados y quieren asegurar el cobro de un capital que complemente la pensión.
Otra de sus ventajas es que, en caso de fallecimiento del asegurado, y siempre que se establezca en el contrato, puede dejar una parte del capital a sus herederos, que lo recibirían mediante un pago único, que suele fijarse como un porcentaje de la prima aportada, o en forma de renta.
Posibilidad de rescate
El asegurado puede rescatar el dinero aportado en la renta vitalicia, pero ello implica tener que devolver los incentivos fiscales de los que ha disfrutado en su IRPF. Esta devolución se lleva a cabo en el mismo ejercicio en el que se ha hecho el rescate.
Además de ventajas, estas rentas tienen un riesgo derivado de que al tratarse de seguros no están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos y si la aseguradora quiebra los ahorradores pierden su dinero.