Inditex y Banco Santander sacan brillo a los dividendos
Los accionistas del grupo textil y del banco recibirán sus primeras retribuciones del año desde este lunes
Semana grande de dividendos en el IBEX 35. Hoy y mañana es el protagonismo para Inditex y el Banco Santander, que ofrecerán las primeras retribuciones del año a sus accionistas.
El grupo textil fundado por Amancio Ortega será el primero, desde este lunes, en entregar sus dividendos, ofreciendo además una mayor cuantía que la del banco: 0,35 euros por acción.
El beneficio de la entidad que dirige Ana Botín, por su parte, abonará 0,0275 euros por título, lo que deja, no obstante, una rentabilidad por encima del 1%.
Inditex: más de 2.000 millones en dividendos
Inditex entregará este lunes 1.091 millones de euros, de los de que más de 646 millones serán para su propietario, Amancio Ortega, que cuenta con algo menos del 60% de participación a través de las sociedades Pontegadea y Partler.
A lo largo del año, el empresario gallego cobrará el doble de esta cantidad, un total de 1.293,6 millones.
El grupo, por su parte, repartirá desde este lunes la mitad de los 0,7 euros por acción que prevé abonar a lo largo de este año, en concepto de 0,22 euros de dividendo extraordinario y otros 0,48 euros en ordinario; el doble del pago ejecutado el pasado noviembre.
El pago supone, además, una rentabilidad del 1,2%. En total, Inditex repartirá 2.181 millones entre sus accionistas a lo largo de este año, siendo la próxima entrega precisamente el próximo mes de noviembre.
La cotización del grupo textil apenas se mueve este lunes, con un ligero avance del 0,03% para situarse en el entorno de los 29,64 euros por acción al filo del mediodía.
Santander: 0,0275 euros por título
Banco Santander, por su parte, dará comienzo al reparto de sus dividendos a partir de este martes, 4 de mayo. El banco abonará un total de 0,0275 euros por título.
La entidad que dirige Ana Botín ingresará estos días a sus accionistas un total de 477 millones de euros, una cantidad dentro del tope máximo exigido por la regulación comunitaria que estipuló el Banco Central Europeo (BCE) por la pandemia.
