El Covid dispara el interés de los inversores por el asesoramiento financiero
Los inversores valoran las ventajas de canalizar sus inversiones de manera digital pero con el apoyo de los expertos
La pandemia está modificando los hábitos financieros de los inversores españoles. Su cambio de posición hacia el asesoramiento financiero es buena prueba de ello.
Tradicionalmente, el inversor español se ha mostrado reticente a contar con un asesor, pero con los cambios que han tenido lugar en los mercados desde el inicio de la crisis del Covid han dado un giro a su planteamiento.
Un 32% quiere tener asesoramiento
Esta es una de las conclusiones de una encuesta realizada por Bankinter entre 1.400 personas de patrimonio medio-alto. Así, casi la mitad, un 45% de los encuestados señalan que ha recibido algún tipo de asesoría o recomendaciones y un 21% lo ha contratado.
Además, del total, casi un tercio, un 32%, afirma que le gustaría tener un asesoramiento financiero en el futuro.
Roboadvisor, el gran desconocido
Otro dato de interés es que, aunque la pandemia ha reforzado los canales digitales como vía para llevar a cabo operaciones, solo uno de cada diez encuestados conoce lo que es un roboadvisor, es decir un gestor digital de inversiones.
“Esto muestra que la digitalización está costando más en un área específica como es el del ahorro y la inversión frente a la de los gastos en el presupuesto individual”, apuntan desde Bankinter.
Esta encuesta revela también un dato curioso relativo a la jubilación: el 61% de los encuestados afirma que está preocupado por cómo afectará la actual coyuntura el ahorro planificado tras retirarse de la vida laboral.
Se sitúa, así, como la segunda preocupación en términos generales, aunque el 21% de los entrevistados lo coloca en el primer lugar.
El riesgo de perder el trabajo
No obstante, lo que más preocupa a los españoles con interés en invertir es el riesgo de perder el trabajo, como afirma un 70% de aquellos que han participado en la encuesta.
Otra de las preocupaciones es no poder hacer frente a pagos como la hipoteca o el alquiler, como admiten seis de cada diez entrevistados.
Se trata del mismo porcentaje que en el caso del impacto de la jubilación, lo que pone de manifiesto que el coronavirus ha despertado en los españoles de capacidad financiera media/alta la necesidad de atender más tanto los gastos a corto como el ahorro a largo plazo.