Escrivá necesita un año más para su superfondo público de pensiones
La falta de acuerdo sobre la reforma de las pensiones y los retrasos legislativos demoran el funcionamiento del nuevo fondo de pensiones de empleo hasta 2022
El superfondo público de pensiones de empleo, una de las medidas estrella del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para complementar la pensión pública de jubilación se retrasa hasta 2022.
El Gobierno se comprometió tenerlo listo para este año, pero la falta de acuerdo que se está produciendo en la negociación de la nueva reforma de las pensiones, en la que estará integrado el fondo de empleo, lo hará imposible.
Pero esta falta de acuerdo entre los agentes sociales y el ministerio de Seguridad Social no es lo único que frena la implantación del nuevo fondo, tampoco avanza con la celeridad suficiente el proyecto de ley que se está diseñando el Gobierno para regularlo.
Objetivo del superfondo
Con el nuevo fondo, Escrivá pretende impulsar en España los planes de pensiones de empresa como ahorro finalista para complementar la pensión pública de jubilación y se integrará en el segundo paquete de medidas de la reforma de las pensiones que el Gobierno pretende implantar en 2022.
El fondo será de carácter abierto y de gestión privada y, según fuentes del Ministerio de Seguridad Social, permitirá “incrementar la población cubierta por sistemas complementarios atrayendo a rentas medias y bajas y a jóvenes". También pretende facilitar el ahorro finalista de pymes y autónomos ,"que suelen quedar fuera de estos planes".
Otro de los objetivos de Escrivá con el superfondo es abaratar en un 66% las comisiones de los planes de pensiones, mediante la reducción de los costes de gestión.
Una asignatura pendiente
Hasta ahora los planes de pensiones de empleo no han cuajado en España. Solo 12.000 empresas están acogidas a este sistema, que cuenta con algo más de 1.900.000 partícipes, de los cuales 800.000 son funcionarios.
Además, su patrimonio ronda los 36.000 millones de euros muy lejos de los 84.000 millones de volumen de los activos acumulados por los planes de pensiones privados, lo que, según Escrivá, refleja su "infradesarrollo".
En concreto, solo uno de cada seis trabajadores españoles cuenta con este tipo de ahorro, frente a uno de cada dos en Alemania o Francia.
Para desarrollarlos, el Gobierno decidió aumentar las aportaciones a los planes de pensiones de empleo con derecho a deducción en el IRPF de los 8.000 a los 10.000 euros.
Pero no es suficiente. Según fuentes de Inverco, este impulso “debería ir de la mano de beneficios fiscales a corto y medio plazo dirigidos a las empresas”.