Renta 4 se aplica para salvar Renta 4 en bolsa

Cuando se tiene un valor en bolsa de menos de 200 millones, un free float de bolsillo y un pedazo[…]

Cuando se tiene un valor en bolsa de menos de 200 millones, un free float de bolsillo y un pedazo de sociedad de valores dispuesta a tirar las millas que sea menester, no es cuestión de delegar para defender lo que es de uno. El broker de Renta 4, el único grupo de servicios de inversión que cotiza, se aplica día a día para defender la cotización y los intereses de los accionistas -con el presidente Juan Carlos Ureta al frente- de la casa madre. Todo queda en casa.

No es precisamente Renta 4 un ejemplo de liquidez. Lo que en condiciones normales sería una desventaja de primer orden es ahora una fortaleza de valor incalculable. Tanto, que la cotización del grupo no puede ser más fácil de defender. En las diez últimas sesiones, en tres ocasiones el broker de la casa ha sido el comprador único al cierre de la jornada. Y desde que empezó el año siete de cada díez euros destinados a la compra de acciones de Renta 4 son de la misma firma. En el caso de las ventas, exactamente la mitad. Eso es acaparar y lo demás... liquidez.

Lo que no quiere decir que la cotización no baje, como no podía ser de otra manera en un escenario de guerra en los mercados. Pero lo hace sin aspavientos, en torno al 20%, como el Ibex y como BME, ese comparable mucho más grande del que por cierto Ureta es vicepresidente pero ya no accionista significativo. Se juega mucho en el envite el ex agente de bolsa, dueño de algo más del 55% del capital. Hasta el verano del año pasado invirtió más de doce millones de euros para recomprar una cuarta parte del 20% de la sociedad que había colocado en bolsa sólo diez meses antes.

Compró por encima de los siete euros parte de los títulos de los que se desprendió a 9,25 en la oferta pública de venta (OPV) -es decir, que recompuso parte de su cartera a un precio muy inferior- y que ahora valen poco más de cuatro en el mercado continuo. Que sepamos, Ureta no ha comprado más títulos, porque las minusvalías latentes acumuladas aprietan con toda seguridad el zapato.

Toca defender un terreno pantanoso, el de un negocio muy maduro como el de la intermediación y otro en horas más que bajas como el de la inversión colectiva. De momento, en la bolsa Renta 4 se mantiene contra viento y marea a base de acaparar las compras sin competidores de colmillo afilado. Está claro que en los grandes atascos los cilindros y el tamaño del coche no importan. Renta 4 escenifica mejor que nadie la ventaja de ser pequeño.

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