El "hachazo" a las eléctricas acelera el apagón nuclear
El anteproyecto para aplicar un gravamen al mercado eléctrico supone una amenaza para las siete centrales nucleares que operan en España
El "hachazo" fiscal que prepara el Gobierno sobre el mercado eléctrico amenaza con acelerar el apagón de las centrales nucleares españolas.
El Consejo de Ministros aprobó la semana pasada un anteproyecto de ley mediante el que pretende “minorar la retribución” que reciben las centrales de generación eléctrica libres de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Esta medida se efectuaría a través de un impuesto a los ingresos sobrevenidos que reciben las compañías energéticas por el alto coste del CO2 -que supera los 50 euros por tonelada-.
Afectaría a todas las plantas que operan con anterioridad a 2005, fecha en la que se creó el mercado de derechos de emisiones europeo.
Golpe de 1.000 millones de euros
El texto aprobado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez contempla un impuesto sobre los denominados “beneficios caídos del cielo” (windfall profits, en inglés), que suponen alrededor de una cuarta parte de la facturación media anual de las centrales.
Según consta en la memoria del anteproyecto de ley, entre 2012 y 2020 estos ingresos representaron unos 4.000 millones de euros anuales.
En base a estos datos, el Gobierno español estima que se podrían recaudar hasta 1.000 millones de euros anuales procedentes del mercado de generación eléctrica.
2027: el año clave para la energía nuclear
Bajo esta premisa se incluyen, por tanto, la mayoría de las centrales hidroeléctricas españolas, ya que solo se excluyen aquellas con menos de 10 megavatios (MW) de potencia, y a la totalidad de las centrales nucleares que permanecen activas en España.
En total, hasta siete plantas: Almaraz (I y II), Ascó (I y II), Cofrentes, Vandellós II y Trillo, que abrieron sus instalaciones entre 1981 y 1988.
La complejidad del cierre de estas plantas llevó al Ministerio para la Transición Ecológica y a Enresa -la empresa que gestiona los residuos nucleares- a diseñar el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que contempla el cierre del parque nuclear español entre 2027 y 2035 para que la mayor parte de la generación eléctrica provenga de energías renovables.
Sin embargo, la ministra Teresa Ribera aceptó la posibilidad de que se produjera un adelanto del apagón nuclear justo tras el Consejo de Ministros de la semana pasada.
“Será el operador del sistema eléctrico -Red Eléctrica Española- el que tome esa decisión teniendo en cuenta la seguridad del suministro del conjunto del sistema”, dijo Ribera.
Cómo afectará a las energéticas españolas el apagón nuclear
Los siete reactores nucleares presentes en España son propiedad de tres de las grandes compañías energéticas del mercado doméstico: Naturgy, Iberdrola y Endesa.
Es en esta última donde se centran las miradas tras la declaración de intenciones del Ejecutivo.
“Si el Gobierno español implementa el impuesto, la rentabilidad de Endesa puede verse más afectada que sus pares”, explica Elchin Mammadov, analista de Bloomberg Intelligence.
Debido, principalmente, a la “menor diversificación” de la compañía que dirige José Damián Bogas, cuyas actividades de generación eléctrica representan cerca de la mitad del ebitda total de Endesa.
Algo que también afectaría a otras compañías como EDP, pese a no contar con centrales nucleares, ya que la generación eléctrica supone un 75 por ciento de su ebitda.
El peso de esta energía en algunos gigantes del mercado español como Iberdrola también se notaría especialmente, aunque cuenten con más ramas de negocio.
“Las ganancias de Iberdrola también podrían verse afectadas, ya que la energía nuclear e hidroeléctrica en la región Iberia (España y Portugal) representó el 23 por ciento de su producción eléctrica en 2020”, confirma la misma fuente.
Este porcentaje supone más del triple respecto al que alcanzan otras energías libres de emisiones como la solar o la eólica -del 7 por ciento- en el negocio total de Iberdrola en 2020.
Naturgy se salvará del impacto… por el momento
Frente al mayor impacto que notarían las principales empresas energéticas, hay una, Naturgy, que podría salir indemne de aplicarse finalmente el impuesto.
“Debería tener un impacto limitado debido a su diversificación empresarial”, apunta un informe de Barclays publicado la semana pasada.
“Naturgy ha completado la descarbonización de su negocio de electricidad durante 2020 y está listo para pasar a la siguiente fase: la electrificación de la economía española, su mercado central”, explican los analistas del banco británico.
Barclays ve probable, además, que Naturgy complete la descarbonización de sus residuos de la generación energética “a través de sus iniciativas para desarrollar gas de origen renovable”.