¿Qué cartera de fondos compro de cara a 2019?
Hay que mantener exposición al mercado pero a través de estrategias marcadas por la prudencia debido a la inestabilidad que continuará el año que viene. Entre otras cosas, apuestan por fondos de gestión activa invertidos en compañías value
El año entrante va a ser un ejercicio marcado por la volatilidad, tal y como se ha explicado en las páginas que preceden a este reportaje. En este contexto, los expertos creen que la cautela debe gobernar las carteras de fondos de cara al 2019. «Pensamos que la situación actual invita a la prudencia con el objetivo de aprovechar las oportunidades que nos ofrezca el mercado si observamos fuertes correcciones en los activos», explica a este respecto Carlos Farrás, socio director de DPM Finanzas. Inés del Molino, directora de cuentas de Schroders, coincide con él: «Pensamos que 2019 va a ser un año marcado de nuevo por la volatilidad y la incertidumbre. Eso hace que apostemos por carteras muy diversificadas. Asimismo, hay formas de estar en los mercados pero no tan expuestos al riesgo. Por eso, en 2019 no va a ser tan importante en qué mercado estás sino a través de qué estrategia».
En ese sentido, muchos de los expertos consultados creen que la gestión activa va a funcionar mejor que la pasiva el ejercicio que viene, debido a esa gran volatilidad. «La gestión activa debería ser primordial en las inversiones para tratar de buscar las oportunidades que se ofrezcan allá donde se ofrezcan», apunta del Molino. En concreto, la selección estricta de activos ('stock picking', en inglés) jugará un papel importante, pues los gestores opinan que va a haber mucha divergencia en el mercado. A ese respecto, después de una década de mejor comportamiento de las acciones de tipo crecimiento ('growth') frente a las de valor ('value'), los gestores creen que ha llegado el turno de las segundas.
Las acciones de tipo valor se corresponden con empresas de sectores maduros, que cuentan con fuertes barreras de entrada y resultados estables. Ejemplo de este tipo de compañías son las eléctricas o las de consumo no cíclico, que suelen coincidir con corporaciones que reparten sus beneficios entre los accionistas en forma de dividendos. Por el contrario, las acciones denominadas «de crecimiento» son las de compañías en fase de expansión que, a menudo, reinvierten los beneficios en el crecimiento del negocio. «Que estemos en la fase final del partido no tiene por qué significar salir de la bolsa, pero se impone buscar sectores y compañías que han sido poco seductores pero que no están muy endeudados, que tienen flujo de caja, están bien dirigidos y no están caros. Todo conduce hacia el 'value investing': compañías con buen dividendo, pero en el sentido de recurrente, no de abultado», opina Luna sobre este asunto.
Farrás está de acuerdo: «Nos gustan las compañías de valor frente a las de crecimiento. Tras ocho años con un comportamiento relativo mejor de las compañías de crecimiento frente a las de valor, pensamos que esta situación se revertirá a futuro (existe una dispersión muy alta entre las compañías más caras y las más baratas, algo que no veíamos desde el año 2000)». Para aprovechar el potencial de este tipo de compañías, Farrás propone fondos como el AzvAlor Internacional o el Cobas Internacional.
Por otro lado, varias casas de inversión coinciden en opinar que los mercados emergentes pueden ser una oportunidad en 2019, tras el mal comportamiento registrado durante este ejercicio tanto en la renta fija como en la renta variable. Farrás recomienda un producto centrado en la renta fija, para aprovechar el aumento de los diferenciales de crédito que cree que se va a producir el año que viene: el Vontobel Fund Emerging Markets Debt. Asimismo, la inversión temática es otra de las apuestas de los expertos. Fondos de agua o envejecimiento son dos de los ejemplos más citados.
Cartera modelo
Resumiendo: una cartera tipo tendría un núcleo formado por renta variable mundial invertida a través de fondos globales de estilo defensivo con filosofía 'value' y también por fondos temáticos. En renta fija, esta cartera tendría una parte importante de liquidez debido a la complicada situación del mercado de bonos. Si bien, la cartera incluiría algún producto de renta fija «muy oportunística», caracterizado por su flexibilidad, su falta de direccionalidad y la gestión «bond picking» (o selección activa de los bonos). Ejemplos de este tipo de productos son el Sextant Bond Picking de Amiral o el Renta Fija de Buy & Hold. Por último, el experto de Arquia Banca dedicaría una parte de la cartera a fondos de retorno absoluto long-short como el Long-Short European Equities de Carmignac.