Ryanair se enfrenta al sector con previsiones
Ryanair rompe con la tónica del sector de suprimir las previsiones para este curso y rechaza las ayudas estatales que otras aerolíneas sí solicitan
Ryanair se enfrenta al sector y lanza previsiones para para este curso. Además, continúa con su crítica a los rescates de las aerolíneas por parte de los estados y defiende la capacidad de las compañías para solventar esta crisis.
La aerolínea irlandesa de bajo coste reconoce la dureza del coronavirus para su futuro y anuncia una previsión de despidos de 3.000 trabajadores, suspensiones temporales de contratos y recortes salariales del 20%.
Algunas de estas medidas ya se dejan notar con el cierre de bases que dan por perdidas como las del Reino Unido, Alemania y España. En caso de ir a peor la situación, meterán la tijera en Italia, Bélgica y sus bases de Europa central y oriental.
España, Gran Bretaña, Irlanda y Polonia fueron las primeras donde la irlandesa actuó al eliminar 250 puestos de trabajo.
Además, Ryanair reconoce que la compañía fundada por el expiloto de Formula 1, Niki Lauda, Lauda Airlines, y que desde 2008 es parte del grupo, atraviesa una “crisis existencial” que podría concluir con el cierre de su base de operación en Viena a final de mes.
Confirmó que "mantiene conversaciones" con "nuestra gente y nuestros sindicatos" para abordar el "cierre de bases".
No esconde sus cartas
Aunque el consejero delegado de la compañía, Michael O’Leary, reconoce la “imposibilidad” de realizar una previsión de resultados para su próximo ejercicio fiscal, que comenzó en abril, si apuntó al volumen de pérdidas trimestrales y estimó el número de pasajeros que cuentan con transportar.
“Todo depende del del número de pasajeros, rendimientos y del levantamiento de las restricciones" impuestas por las autoridades para frenar el coronavirus, señaló el CEO. Con esta premisa expone que registrarán pedidas de 200 millones de euros hasta julio.
El objetivo es transportar durante el curso 80 millones de pasajeros frente a los 100 previsto hace una semana y a los 154 millones fijados antes de la expansión del Covid-19.
Ahora estima que el número de clientes bajará un 20% este año y que no volverá a los niveles de 2019 hasta el verano de 2022.
Incluso muestra optimismo respecto a las cifras: "De cara al próximo año, habrá oportunidades significativas para el crecimiento del modelo de bajo coste de Ryanair, ya que los competidores se reducirán, fracasarán o serán adquiridos por aerolíneas rescatadas por los gobiernos", sentenció O’Leary.
Duro ataque a los competidores
O`Leary, desde el comienzo de la crisis, se mostró muy crítico con las ayudas estatales a las aerolíneas y la posibilidad de rescates nacionales, pero con motivo de la presentación de los resultados anuales de su ejercicio fiscal, que finalizó el 31 de marzo, va un paso más allá.
"El contexto competitivo estará distorsionado por las cantidades sin precedentes de ayudadas estatales ilegales concedidas a Lufthansa, Air France-KLM, Alitalia, SAS y Norwegian, entre otras", afirma el consejero delegado.
"En consecuencia, prevemos que el tráfico en los calendarios de vuelos reducidos estará sujeto a importantes descuentos en los precios y a ventas por debajo de coste por parte de esas aerolíneas que tienen enormes reservas de ayuda estatal".
Además de criticar saca pecho y declara que el grupo que dirige posee suficientes fondos para resistir las embestidas que el coronavirus provoque en las cuentas de Ryanair. Es más “Ryanair saldrá reforzada cuando pase la crisis”, apuntó.
Con todo, Ryanair volverá a operar a un 40% de capacidad a partir del 1 de julio.
Resultados que dan aire
Los resultados anuales de la compañía irlandesa se cierran 31 de marzo, por lo que sí pudieron registrar el impacto inicial del Covid-19 con la suspensión de vuelos.
Pese a ello, superó los 1.000 millones de euros de beneficio, 1.002 exactamente, un 13% que su anterior curso, pese a suspender el 99% de sus vuelos desde mitad de marzo.
Incrementó los ingresos un 10%, hasta los 7.690 millones de euros, y transportó a 148,6 millones de viajeros, un 4% más.