Órdago de Powell. Nadie “debería apostar contra EE.UU., la Fed tiene mucha munición”
El presidente de la Fed, jerome Powell, asegura que el banco central estadounidense tiene munición para hacer más y apuesta por la recuperación pero descarta los tipos negativos
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que nadie “debería apostar” en contra de la economía estadounidense y aseguró que el banco central dispone de munición abundante para utilizar en caso de que sea necesario.
Es cierto que la recuperación económica total podría extenderse hasta finales del año que viene, según explicó el banquero en una entrevista en el programa "60 Minutes" de la CBS, pero la Fed todavía puede hacer mucho más para estimular la recuperación.
"Hay mucho más que podemos hacer. No nos quedamos sin munición, ni mucho menos ", dijo. Powell. En este sentido, avanzó que la Fed puede aumentar sus préstamos de emergencia y hacer que la política monetaria sea más solidaria, ajustando las compras de bonos.
Calma los ánimos
Estas palabras podrían ser una referencia velada al control de la curva de rendimientos, de modo que la Fed se comprometa a mantener las rentabilidades a un cierto vencimiento y a un determinado nivel, como ya lo hace el Banco de Japón.
El discurso de Powell calmó los ánimos del mercado, luego de que el banquero dijera hace unos días que los efectos de la pandemia “serán duraderos” y pidiera al gobierno de Trump dar un paso al frente, incrementando los estímulos, lo que a su juicio será necesario.
En todo caso, aunque Powell descartó que la economía estadounidense se encamine hacia una situación comparable a la Gran Depresión, también se cuidó de no prometer una rápida recuperación en forma de “V”, algo que prácticamente todos los expertos han descartado.
“La economía se recuperará pero puede llevar algún tiempo”, dijo. La recuperación “podría extenderse hasta fines del próximo año. Realmente no lo sabemos”, aseguró.
La importancia de la vacuna
Powell indicó que "asumiendo que no hay una segunda ola de coronavirus" prevé que "la economía repunte ininterrumpidamente a lo largo de la segunda mitad de este año".
Eso sí, matizó el presidente de la Fed, "para que la economía se recupere por completo, la gente tendrá que tener plena confianza", y esto ocurrirá con la llegada de una vacuna.
Trump se marcó como objetivo tener lista la vacuna para finales de año, pero los expertos son más cautelosos y creen que no estará disponible al menos hasta comienzos de 2021.
Más de 36 millones de estadounidenses perdieron sus empleos desde febrero, cuando la economía se cerró para limitar la propagación del virus. Incontables pymes están cayendo en la bancarrota, mientras que los estados y las ciudades se enfrentan a enormes déficits presupuestarios.
Ante esta situación, la Fed desplegó la artillería pesada y redujo los tipos de interés a cero, acometiendo fuertes inyecciones de liquidez y abriendo nueve líneas de crédito de emergencia.
Tipos negativos
En este contexto, el mercado apostó a a que la Fed podría verse presionada a seguir a otros bancos centrales y adoptar tipos de interés negativos, algo que el presidente Trump pidió en reiteradas ocasiones. Pero Powell descartó esta posibilidad.
"Sigo pensando, como mis colegas en el Comité Federal de Mercado Abierto, que las tasas de interés negativas probablemente no sean una política apropiada o útil en los Estados Unidos", dijo.
"No hay una evidencia clara de que realmente respalden la actividad económica, pero introducen distorsiones en el sistema financiero”, dijo Powell.
Cifras dramáticas
Según una encuesta de la Fed publicada esta semana, casi el 40% de los hogares que ganan menos de 40.000 dólares al año perdieron un empleo en marzo.
Son unas cifras dramáticas en el nivel de ocupación, que ya están lastrando la economía. Así, el PIB del primer trimestre se desplomó el 4,8%, pero se espera que los datos del segundo trimestre sean mucho más duros.
Sin ir más lejos, el paro se disparó hasta el 14,7%, unos niveles nunca vistos en Estados Unidos desde hace más de 70 años. Todo un drama para una economía acostumbrada al pleno empleo.