España se une al Reino Unido y tumba a las aerolíneas con la cuarentena
España decide aplicar una cuarentena de 14 días a los pasajeros que lleguen al país, como hará el Reino Unido, lo que hunde a las aerolíneas
España se une al Reino Unido en la decesión de que los pasajeros realicen una cuarentena de 14 días cuando aterricen en el país. A diferencia de Gran Bretaña, donde la decisión aún no es en firme, España la comenzará a aplicar este viernes. Las aerolíneas encuentran un nuevo escollo en el Viejo Continente y sus cotizaciones sufren una nueva jornada de pérdidas de calado.
Según una orden del Ministerio de Sandidad publicada en el Boletín Oficial de Estado (BOE), todos los viajeros internacionales deberán someterse a ella como así lo hacen los residentes que regresan en vuelos de repatriación.
Las cuarentenas se deberán realizar en su domicilio, si disponen de él, o en alojamientos, y únicamente podrán salir de ellos para realizar adquisiciones de productos de primera necesidad como alimentos o fármacos, así como a centros sanitarios, siempre en casos de fuerza mayor.
El Estado será el encargado de realizar el seguimiento a estas personas por si tienen síntomas del virus y ellos también deberán llamar a los servicios sanitarios e informar de que están en cuarentena por proceder del extranjero.
Excepciones
Los únicos viajeros que quedan fuera de la orden publicada en el BOE son los trabajadores, transportistas, tripulaciones y profesionales sanitarios transfronterizos si demuestran que no estuvieron en contacto con personas infectadas en sus lugares de origen.
Para que la normativa se cumpla, España obliga a las agencias de viaje y compañías de transporte a informar de todos los viajeros que llegan a al país y, en el caso de las aerolíneas, estos deberán portar un formulario de salud pública donde localizarles.
Tras conocerse la noticia, el sector aéreo europeo retrocede un 5% y las aerolíneas europeas pierden terreno en bolsa con las caídas lideradas por el holding IAG, en el cual se integra las españolas Iberia y Vueling, que cede más de un 4% en el IBEX 35.
Nuevas caídas que se unen al fuerte derrumbe registrado el lunes después de que el premier británico, Boris Johnson, comunicase el domingo que dentro del plan de desescalada y vuelta a la nueva normalidad productiva y social para el Reino Unido donde las aerolíneas eran las grandes señaladas en la parcela negativa.
Ryanair se dejó un 6,46%, IAG, también cuenta con British Airways, un 6,05%; Easyjet, un 5,96%; Norwegian, un 5,21%; Air France-KLM, un 3,32%, y Lufthansa, un 1,83%.
IAG alza la voz
Tras conocerse la noticia, el CEO de IAG, Wille Walsh, alzó la voz ante los parlamentarios británicos y les informó de que, por esta medida, tendría que revisar sus planes para reanudar sus vuelos a Gran Breteña.
Ahora al grupo le tocará hacer lo mismo para España: “Esto, definitivamente, va a empeorar las cosas”, señaló. "Planteamos reanudar los vuelos desde julio, pero creo que ahora tendremos que revisarlo basándonos en lo que el primer ministro anunció", dijo Walsh.
Una acción que tocaría directamente a su liquidez: "Probablemente hemos agotado todas las vías que se me ocurren en este escenario para reforzar nuestra liquidez. El efectivo se ha reducido significativamente y así será a lo largo de mayo, junio y julio", concluyó.
Walsh aseguró que el holding aéreo tenía músculo suficiente para superar el coronavirus y rechazó el apoyo de Londres para las aerolíneas británicas del grupo. En cambio, si accedió a los créditos ICO españoles para Iberia y Vueling con 1.010 millones de euros en préstamos.
España pide una respuesta conjunta
Por su parte, también el lunes, España instó a la Unión Europea a una acción conjunta ante las posibles quiebras del sector aéreo para evitar problemas de competencia en los posibles rescates de estas compañías.
La ministra de Economía, Nadia Calviño, señaló en una entrevista para Bloomberg TV que el gobierno español solicita a Bruselas a actuar sobre esta cuestión puesto que, si la respuesta se realiza a nivel estatal, podría darse grandes diferencias entre los países miembros.
Calviño cree que no se trata de aerolíneas nacionales sino de compañías europeas y, por tanto, las nacionalidades de estas quedan en un segundo plano: “Se debe dar un terreno de juego nivelado, con una financiación similar que dé credibilidad y fortaleza para los operadores”, apuntó Calviño.
La responsable de las finanzas españolas cree que de no darse un mecanismo común se desarrollarían problemas de competencia, aunque confía en Europa: “La Comisión Europea está muy pendiente de asegurarse que no haya incumplimiento de las reglas de competencia y que no hay desigualdades por las diferentes capacidades que tengan los gobiernos para apoyar a las aerolíneas”.
