¿Hay valor en los fondos 'value'?
El último año no ha sido fácil para el estilo de inversión value. Los datos de las carteras de algunos[…]
El último año no ha sido fácil para el estilo de inversión value. Los datos de las carteras de algunos fondos de gestoras independientes españolas que siguen esta filosofía lo demuestran, pues en los últimos doce meses han visto importantes pérdidas, en algunos casos incluso de doble dígito.
Pero el value no es compatible con una forma de entender las inversiones que pueda medirse en periodos de un año y los gestores que invierten están convencidos de que, con una buena selección de valores, el mercado acabará dándoles la razón y conduciendo a una revalorización de las carteras. En concreto, algunos de los gestores españoles más reconocidos trabajan con pronósticos y potenciales de revalorización de sus carteras ibéricas de en torno al 50 por ciento... cifras que barajan alcanzar en un horizonte que suele estar por encima de los cinco años.
Por eso se muestran reticentes al pedirles pronósticos sobre cómo irá el value en 2019: «Nuestro horizonte temporal de inversión recomendado es de al menos cinco años... este es el período necesario para madurar una inversión en renta variable. En nuestro modelo de gestión no hacemos predicciones sobre la evolución de ninguna clase de activo. Mirando hacia atrás, lo que nos dice la historia es que la inversión value es una de las estrategias que permite a los inversores obtener mejores resultados a largo plazo», recuerda el equipo de Inversiones de Magallanes Value Investors, capitaneado por Iván Martín.
«No sabemos qué va a hacer la bolsa el año que viene, ni creo que haya nadie que lo pueda vaticinar con seguridad. Tampoco nos preocupa, porque invertimos con un horizonte temporal a 10 años en compañías infravaloradas, bien gestionadas y con un potencial alto de revalorización en el largo plazo», añade Santiago Cortezo, director de Relación con Inversores para España en Cobas Asset Management, la entidad capitaneada por Francisco García Paramés.
«No sabemos si el próximo año será o no un buen año para el value. Invertimos en compañías con un horizonte temporal de más de cinco años y, lo que tenemos claro es que a largo plazo comprando buenos negocios a precios atractivos, podemos obtener buenas rentabilidades, tal y como hemos hecho en el pasado», defienden también en Horos AM.
La ayuda de la volatilidad
Con todo, hay factores que apuntan al optimismo: entre ellos, un aumento de la volatilidad e incertidumbre, que siempre ayudan a este estilo de inversión, frente a lo que pueda pensarse. «Estoy convencido que vienen buenos años para el value ya que el mercado está dando la oportunidad de comprar cash flows baratos con mucho margen de seguridad en valoraciones y, ante momentos de volatilidad o incertidumbre sobre el crecimiento económico, el value tiende a hacerlo mejor que el growth», explica Francisco López Posadas, Chief Investment Officer o responsable de Inversiones de LIFT Investment Advisors EAFI SL. También desde Cobas reconocen que, si el año que viene volvieran a producirse caídas como las de los últimos meses, las aprovecharán para invertir más en compañías que les gusten.
De hecho, los gestores value hablan de la volatilidad como una oportunidad, no como motivo de preocupación: «La volatilidad debe ser nuestra amiga, y caídas en los mercados, como la de octubre, deben considerarse como oportunidades para sembrar las rentabilidades del futuro», decían desde Cobas AM en su última carta trimestral.
Y también descartan que las subidas de tipos en EE.UU. sean negativas para las bolsas. Así, en su última carta a los inversores, correspondientes al tercer trimestre del año, desde Bestinver destacan que no son malas noticias para el inversor: «Lo más relevante de este 2018 es lo que está sucediendo con los tipos de interés en EE.UU., que supone un cambio de gran trascendencia para las inversiones. Es habitual leer que una subida de tipos acaba suponiendo caídas para las bolsas pero no siempre es así. Ser capaces de aislarnos del ruido del mercado y entender los motivos de las decisiones de los bancos centrales nos permite hacer un diagnóstico algo diferente: las políticas monetarias se están normalizando dado que las economías ya no las necesitan. Los bancos centrales están retirando los motores auxiliares a una economía que ya puede avanzar sola. Esto no son malas noticias para el inversor», explican.
Los retos
Eso sí, la inversión no está exenta de retos para los próximos meses... entre ellos, la vuelta a las rentabilidades positivas y también los expertos destacan el desconocimiento del estilo de inversión y la pérdida de nervios de los inversores en situaciones de estrés, algo para lo que es necesario educar. Pero descartan que falten oportunidades baratas e interesantes.
«En nuestro modelo de gestión siempre procuramos aprovecharnos de la volatilidades del mercado, que siempre acaba por ofrecer oportunidades para quien tenga un horizonte temporal de largo plazo. Uno de los mayores retos para la gestión value, y para toda la industria de gestión de activos, es convencer a nuestros partícipes de que la mejor forma de invertir es actuar de forma contracíclica y aprovechar las caídas para incrementar posiciones», dicen en Magallanes.
«Nuestro principal reto es conseguir que la filosofía value sea más conocida por el público en general. Esto se puede producir a través de la consolidación de todas las gestoras value nacidas en los últimos años», añaden en Cobas AM.
Desde Azvalor, según explica Fernando Bernad en su última carta trimestral, el reto también está en superar los obstáculos emocionales que tiene el inversor español para invertir en bolsa: «Creo que la clave reside en la «dificultad» que entraña invertir en renta variable. Esta dificultad no consiste en que exige conocimientos y gran dedicación, pues siempre se puede delegar en un profesional de la inversión o invertir en un vehículo de gestión pasiva que replique la rentabilidad de un índice; la naturaleza de dicha dificultad es más de corte emocional. Para recoger los atractivos frutos que ofrece, exige del ahorrador algo a cambio, que «ponga algo encima de la mesa». Pero ocurre que la naturaleza del mercado es que esos frutos se hacen de rogar y ponen a prueba constantemente los nervios y el carácter del inversor», explica. «Como bien demostró el estudio de un reputado matemático y gestor de hedge funds, Robert Frey, en los últimos 180 años el mercado más importante del mundo, la bolsa de EE.UU. está un 75 por ciento del tiempo en pérdidas desde su anterior máximo. A la luz de la evidencia, estoy de acuerdo con Frey cuando dice que el inversor en renta variable se encuentra la mayor parte del tiempo en un estado de arrepentimiento», señala.
Eso sí, la falta de oportunidades no es ahora un problema, añaden en LIFT: «En estos momentos hay muchas oportunidades interesantes. La parte mas complicada es seleccionar aquellas que tienen el mejor perfil de rentabilidad/riesgo», explican.
Miguel Rodríguez, gestor de Horos AM, habla de retos de inversión, como invertir en negocios que valgan más que lo que coticen en el mercado. «Para ello intentamos invertir siempre con sentido común en compañías que podamos entender, que no estén sobreendeudadas, que tengan ventajas competitivas sostenibles, que tengan un equipo gestor que gestione con buen criterio el negocio y su capital, y que tengan margen de seguridad suficiente», explica.
Y otro gran reto: los retornos. «Muchos fondos y gestoras que normalmente se clasifican como «value» no han tenido buenos resultados en el 2018. Evidentemente el principal reto para el próximo año es volver a la senda de rentabilidad y compensar el débil desempeño de 2018», dice Julián Pascual, presidente de Buy & Hold. Y son optimistas: «Los movimientos de los mercados durante 2018 anticipan claramente una contracción o desaceleración económica para 2019, pero esto no significa que los mercados lo vayan a hacer mal, incluso aunque se produzca una recesión. Hay muchas empresas de tipo industrial o financiero que han caído mucho en 2018 y que están extraordinariamente baratas y que creemos que deberían hacerlo bien el próximo año».
Potenciales de revalorización aún fuertes
Con estas perspectivas sobre la mesa, los gestores ven fuertes potenciales de revalorización en sus carteras, tanto internacionales como ibéricas, que se acercan al 100 por 100 en el primer caso (por ejemplo, la cartera internacional de Cobas AM cuenta con un potencial cercano al 90 por ciento) y superan el 50 por ciento en la cartera española o ibérica.
En el caso de Bestinver, su cartera ibérica, que ofrece retornos a un año de en torno al 2,8 por ciento, cuenta con una rentabilidad potencial cercana al 50 por ciento. Actualmente, explican en la firma, su liquidez ronda el 11 por ciento: «Hemos usado la liquidez estos últimos meses para aprovechar algunas oportunidades que nos ha brindado el mercado», explica Ricardo Cañete, responsable de renta variable ibérica.
También el potencial de revalorización del fondo Magallanes Iberian Value es actualmente superior al 50 por ciento, y desde LIFT se muestran optimistas sobre la exposición a renta variable española de su fondo mixto flexible global, que supone en torno a un 11 por ciento de la cartera: «Soy muy optimista sobre las participadas del fondo que tiene en España en 2019. La razón es que las compañías que están en cartera son empresas que generan mucha caja, están cotizando a múltiplos muy baratos y tienen equipos directivos y principales accionistas alineados con nuestros intereses y dispuestos a hacer programas de recompra de acciones u operaciones corporativas que creen valor para los accionistas».
En Azvalor, el potencial de la cartera ibérica es mayor, en torno al 80 por ciento, tras las últimas caídas. Y en esas caídas ha jugado su papel la actualidad política nacional: «Observamos con cierta preocupación la actualidad política de España. Las políticas que generan la creación de prosperidad y riqueza son, desde nuestro punto de vista, muy claras. Y, en general, diametralmente opuestas a las que pretende adoptar el nuevo gobierno. No sabemos si dichas medidas serán duraderas o no, y si su impacto en la economía española será breve o prolongado. Dependerá de lo que dé de sí el «juego» político en los próximos años, algo difícil de anticipar», advierte Bernad, aunque matiza que la exposición de su cartera ibérica a la economía española es bastante limitada, de solo un 20 por ciento.
Cerca del límite
La inversión en value ibérico puede ser una oportunidad que también hay que aprovechar a tiempo, pues los principales gurús en España han establecido límites a sus carteras, que en algunos casos están ya cercanos: en Cobas AM se han marcado los 800 millones de euros mientras en Magallanes han hablado de entorno a los 500 millones, una cifra muy cercana al patrimonio actual del Magallanes Iberian Value, en unos 480 millones.