Allianz Global Investors: en el otoño del ciclo en los mercados hay que ser selectivos en bolsa y cautos en el crédito
Ann-Katrin Petersen, estratega de la firma alemana, avisa de que en este momento del ciclo los activos de riesgo lo suelen hacer peor, mientras que las materias primas suelen comportarse muy bien.
"Autumn is coming...". "El otoño está llegando...". Así titulan los expertos de Allianz Global Investors el informe de perspectivas financieras para el próximo año. Lo ha desgranado esta mañana en Madrid la estratega Ann-Katrin Petersen, que ha comenzado sintetizando lo que han sido los últimos diez años en los mercados: retornos altos y baja volatilidad con un telón de fondo de crecimiento económico, inflación reducida y política monetaria expansiva.
"Ahora el otoño está llamando a la puerta", ha afirmado Petersen, que ha explicado el nuevo escenario al que se enfrentan los mercados: un crecimiento global aún sólido, pero en desaceleración (y las Bolsas lo que recogen su evolución es, precisamente eso, si el crecimiento acelera o se reduce); así como una política monetaria en progresiva normalización que encuentra su argumento en una inflación que comienza a repuntar alimentada ahora también por la evolución de los salarios; y todo ello con unas valoraciones bastante exigentes en ciertos activos. Y también con riesgos que continúan presentes, como la incertidumbre política y la guerra comercial.
Esta última, en su opinión, tal y como está ahora, no va a hacer descarrilar a la economía global, aunque pueda restar al PIB mundial entre medio y un punto porcentual (se prevé que el crecimiento global ronde el 4% el año que viene). De todas maneras, advierte de efectos de segunda ronda, tales como daños a las cadenas de suministro globales, cada vez más complejas, por lo que puede haber países muy vulnerables, más allá de Estados Unidos y China. Además de que puede pesar sobre la confianza de los actores económicos y en sus decisiones de inversión. De momento, Petersen afirma que no sería muy optimista sobre este riesgo: la retórica belicista en cuestiones comerciales puede continuar y aún podría entrar en juego la Unión Europea, puesto que hay Estados, como Alemania, con un elevado superávit comercial frente a Estados Unidos.
Otro foco de atención se encuentra en los países de la periferia europea: al margen de los problemas de Italia, que deliberadamente está desafiando las reglas comunitarias, comenta que en un entorno de menor crecimiento y tipos de interés más elevados, puede llegar un momento en que los inversores vuelvan a mostrarse muy sensibles a los "experimentos de política económica" de los Gobiernos: los mercados pueden volver a preocuparse por países como España que, además, parece tender a una menor austeridad y cuenta con un Gobierno en minoría sobre el que aún no se sabe si va a poder sacar adelante los presupuestos.
En este entorno, de acuerdo con Ann-Katrin Petersen, hay que reducir las posiciones en activos de riesgo, que lo suelen hacer mal en el final del ciclo económico. Pero también advierte de que las Bolsas se suelen comportar positivamente hasta entre trece y siete meses antes del inicio de una recesión. Como no se prevé que haya una caída de la economía americana antes del año 2020, aún hay margen para ganar en la Bolsa, aunque avisa de volatilidad que seguirá persistiendo y de que será fundamental la gestión activa y el 'stock picking' porque la tendencia es hacia que haya una mayor divergencia en el comportamiento de las acciones de las diferentes empresas. En todo caso, considera que las Bolsas lo harán mejor que los bonos. En la renta variable, se queda con algunos países europeos, porque no todos están baratos (a España sí lo cuenta entre los infravalorados), así como con algunos emergentes.
En cuanto al crédito, aconseja ser cautos, puesto que prevé que continúe la ampliación de los diferenciales. Asimismo, continuaría infraponderada en los bonos soberanos, entre los que escogería los de duraciones cortas.
Por último, tendría una visión constructiva en las materias primas, tanto directamente como indirectamente, puesto que en la última fase del ciclo lo suelen hacer bien, ayudadas de un entorno más inflacionista.