Endesa: ¿sombras en el cuarto trimestre?

Los analistas valoran que haya mejorado sus guías, pero anticipan un último tramo del ejercicio complicado por la evolución de los precios del pool eléctrico. De todas maneras, aún ven potencial en sus acciones y destacan su atractiva rentabilidad por div

Endesa subió ligeramente en bolsa tras presentar sus resultados: los hizo públicos el día 5 de noviembre tras el cierre del mercado y al día siguiente ganó un 2,68 por ciento. Y es lógico si tenemos en cuenta que los analistas en su conjunto valoraron positivamente sus números, aunque también pusieron algún «pero». Por ejemplo, Luis Padrón, de Ahorro Corporación, destaca cómo las cuentas de la eléctrica sorprendieron positivamente en su negocio liberalizado, es decir, en generación y comercialización. La mejora obedeció, argumenta Padrón, al crecimiento de los márgenes unitarios, que han subido un 25 por ciento, hasta los 25,5 euros por megavatio hora. Ello, como precisan los expertos de Bankinter, porque «el grupo ha sido capaz de subir el ingreso unitario en casi un 9 por ciento, mientras el coste variable sólo sube un 2 por ciento». Ello demuestra, continúa Padrón, que Endesa ha sido eficiente en la compra de energía y en el control de los gastos de explotación. Porque el entorno no ha sido demasiado favorable para la compañía: la demanda ha bajado un 0,2 por ciento, la producción ha caído un 5 por ciento, las ventas se han reducido un 7 por ciento y también el número de clientes ha retrocedido (un 1 por ciento) en el tercer trimestre. 

¿Márgenes por compras y ventas de electricidad? Como explica Ángel Pérez, de Renta 4, como Endesa vende más electricidad de la que produce, tiene que comprar en el mercado para luego revender a sus clientes. Y toda esta operativa Endesa la ha sabido realizar muy bien, a tenor de los números. 

Que haya batido expectativas en este tercer trimestre ha llevado a la empresa a revisar al alza sus perspectivas para todo el ejercicio 2018 en términos de ebitda (beneficio bruto de explotación), desde los 3.400 hasta los 3.500 millones de euros, como señala Luis Padrón. Y ello conllevaría, a su vez, una mejora del dividendo, dado que, como reparte el cien por cien de sus beneficios entre sus accionistas, cualquier mejora del resultado tiene un impacto directo en la retribución. Bien es verdad que la empresa, pese a revisar al alza el ebitda, no ha hecho lo mismo con el beneficio después de impuestos, que prevé que sea de 1.400 millones de euros este año.

Todo ello, además, como resalta Padrón, ha tenido lugar en una compañía que se encuentra en una buena situación financiera. El experto de Ahorro Corporación tiene una recomendación de comprar y le ve un potencial alcista de alrededor de un 20 por ciento. Destaca de esta eléctrica también que es una opción muy defensiva, quizás la más defensiva de su sector, debido tanto a su reducido endeudamiento como a su escasa exposición a los mercados emergentes.

Los «peros» de las cuentas y de las perspectivas

Pero también hay analistas que ven nubes en este panorama aparentemente tan despejado. Por ejemplo, los de Bankinter, que observan una desaceleración en el tercer trimestre respecto a los resultados de la primera mitad del año, al pasar el ebitda de avanzar a ritmos del 12 por ciento a hacerlo al 10 por ciento, debido a la fuerte subida del precio del pool en el tercer trimestre. Y, en este sentido, Ángel Pérez anticipa la posibilidad de un cuarto trimestre débil, dado que la expectativa de alcanzar los 3.500 millones de euros de ebitda en el conjunto del ejercicio implica una última parte del año generando únicamente 700 millones (en el tercer trimestre su ebitda fue de 990 millones de euros):«La empresa puede estar siendo prudente con las previsiones o es posible que atisbe un cambio de tendencia en la evolución de los márgenes debido al impacto de la subida del precio de las materias primas y del dióxido de carbono». Estos incrementos en los precios les perjudica sobre todo a las compañías que generan electricidad con energías convencionales y a las que tienen que ir al mercado a comprar electricidad porque con la que generan no les es suficiente para satisfacer la demanda de sus clientes. Por eso Endesa puede ser una compañía vulnerable, aunque Pérez señala que la empresa está dado muestras de saber gestionar este entorno de mercado recortando costes. 

En cuanto a esta cuestión, Javier Esteban, de Banco Sabadell, afirma que los 700 millones de ebitda que la compañía esperaría para el cuarto trimestre del año se encuentran un 22 por ciento por debajo de la media de los siete últimos trimestres. «Esta caída se traduce en nuestra opinión en un cambio de tendencia en resultados que vendría en nuestra opinión de menores márgenes de comercialización», afirma Esteban en su informe de análisis de las cuentas de la eléctrica.

También hay «peros» a su situación financiera: Esteban señala que la deuda financiera neta creció más de lo esperado debido al circulante regulatorio. En todo caso, ajustando esta última partida (afectada, según los expertos de Bankinter, por desajustes en pagos de impuestos y en liquidaciones regulatorias), el nivel de apalancamiento estaría en línea con las estimaciones de consenso para todo el año. 

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Atentos al 21 de noviembre

Por delante hay una fecha clave: el día 21 de noviembre Endesa presenta su estrategia y ahí quedarán claras sus expectativas y sus ideas para hacer frente a todos los retos. 

Uno de estos retos a los que podría enfrentarse sería el riesgo regulatorio, pero al experto de Renta 4 no le preocupa demasiado: «Es limitado», afirma. Aunque admite que depende de quién esté en el Gobierno cuando haya que revisar la normativa. En todo caso, afirma que parece que la caída de rentabilidad debería ser muy reducida y que el camino hacia un mayor peso de las renovables y el cierre del carbón y las renovables es seguro, al margen de incertidumbres respecto a con qué velocidad se recorrerá. 

Ángel Pérez señala que aún le queda margen al alza hasta su precio objetivo, que ahora está revisando. Afirma que puede ser una buena alternativa a la deuda pública, gracias a su atractiva rentabilidad por dividendo del 7 por ciento, muy competitiva tanto frente al bono español como incluso frente al americano. Aunque Pérez aconseja entrar en el valor por debajo de los 20 euros por acción, una valoración aceptable. 

Javier Esteban, aunque le calcula un precio objetivo un 10 por ciento por encima de los niveles actuales, tiene recomendación de vender.

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