De Cos castigará a los bancos con bitcoins

El comité de Basilea, dirigido por Pablo Hernández de Cos, quiere que los criptoactivos sean catalogados con un riesgo superior al de los préstamos dudosos

El Comité de Basilea de Supervisión Bancaria solicita a las jurisdicciones correspondientes imponer a los criptoactivos que estén en los balances de la banca un peso para su cálculo ponderado del 1.250%, una medida que coloca al bitcoin y el resto de criptodivisas al nivel de los préstamos dudosos

Esta medida se traduciría en que por cada 100 euros invertidos en las monedas digitales tendrán que tener el mismo importe en capital. Para los préstamos dudosos la obligación es de acumular entre un 1000% y un 1250% de capital. 

Así, Basilea, dirigida por el gobernador del Banco de España, Pablo Fernández de Cos, busca que las entidades eviten negociar con este producto, lo que se encuadra dentro de la visión del organismo de rechazo hacia las criptodivisas y en proteger al máximo los balances de los bancos desde la crisis financiera de 2008.

La comunidad financiera piensa lo contrario

El sector cada vez se muestra más proclive al bitcoin y el resto de pares por hechos como que la comunidad inversora se lo solicita y muchos de ellos ven más atractiva esta inversión que los activos clásicos, tal y como explica INVERSIÓN en su último número

Pero Basilea opina todo lo contrario: “"Aunque las exposiciones de las entidades son limitadas, el crecimiento continuado, la innovación de los criptoactivos y los servicios relacionados, unido al aumento del interés de algunos bancos, podría aumentar la preocupación por la estabilidad financiera y los riesgos para el sistema bancario". 

Los tokens se salvan, de momento

El regulador, tras lanzar la propuesta a consulta pública, queda a la espera de recibir sugerencias y responder de la banca al respecto. El 10 de septiembre acaba el plazo para que las entidades envíen sus consideraciones. 

Basilea es consciente de la complejidad del órdago lanzado y, en este tipo de casos, los plazos suelen ampliarse. Además, la institución también pide estrictas medidas de liquidez para estas posiciones al considerar estos productos como ilíquidos. Es decir, de alto muy alto riesgo. 

Se salvan de la quema los tokens y los stablecoins donde el regulador considera que sí se pueden mantener la norma de los activos tradicionales, pero deja abierta la puerta a aplicar también una normativa especial. 

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