Aprovechar el recorte en los mercados para exprimir lo que queda de ciclo alcista

Unigestion y Schroders miden el riesgo de que el final del mercado alcista esté cerca y sugieren cómo moverse en estas circunstancias tan inciertas.

Los expertos de Schroders describen lo que ha sucedido en los mercados en las últimas semanas: "Las Bolsas a nivel global han estado cayendo desde finales de septiembre. La preocupación económica, incluyendo la potencial guerra comercial entre Estados Unidos y China, las crisis monetarias en Turquía y Argentina, los problemas de deuda de Italia y la subida de los tipos de interés han visto cómo los mercados globales de acciones han empezado a caer desde niveles récord". Así, desde el 31 de agosto, las Bolsas emergentes caen un 9,1%, mientras que Wall Street baja un 8,9% y las Bolsas europeas retroceden un 7,8%. El índice que mejor lo hace en este periodo es el Ftse 100 británico, que retrocede un 7,3%. Estas caídas bursátiles se han visto acompañadas por un fuerte repunte del "indicador del miedo", el Vix, que mide la volatilidad del S&P 500, que se encuentra en máximos desde el mes de febrero. 

"Si bien el retroceso en los mercados bursátiles se bursátiles se ha vuelto más grave desde principios de septiembre, el malestar comenzó a principios de año, después de lo que había sido un fuerte 2017", describen los expertos de Schroders. De hecho, éste ha sido un ejercicio duro para todos los mercados: el MSCI Emerging Markets baja casi un 18% desde principios de año y el MSCI World, un 5,5%. 

La mitad de los principales índices se encuentran en territorio correctivo, mientras que los emergentes están a punto de entrar en fase bajista, dado caen casi un 20%. 

Pero quizás el termómetro de la preocupación de los inversores es la evolución del Nasdaq, que ha acelerado su descenso y pierde un 12,3% desde los máximos que marcó el 29 de agosto de 2018. 

¿Qué factores han hecho bajar a las Bolsas? Una buena batería de ellos: las cuestiones geopolíticas han dañado la confianza de los analistas periódicamente este año. Pero en los últimos tiempos ha destacado la preocupación respecto a cuánto más podría durar el ciclo económico, sobre todo teniendo en cuenta el proceso de normalización monetaria en que se encuentran embarcados los bancos centrales, lo que supone que las bolsas estén perdiendo uno de los principales soportes con que han contado en los últimos años. La Fed ha subido los tipos de interés tres veces este año ya y es posible que en diciembre vuelva a incrementar el precio del dinero, mientras que el BCE acabará con las compras de bonos con el final del ejercicio. "Hasta hace poco, los inversores han sido capaces de pasar por alto estos factores debido a la fortaleza de los beneficios empresariales, particularmente en Estados Unidos. Sin embargo, hasta el momento, en los resultados del tercer trimestre la fotografía parece menos rosa de lo que muchos habían esperado", comentan los expertos de Schroders. 

Una ventana de oportunidad

Entonces, ¿qué hacer?, ¿es éste un momento para la alarma o para buscar oportunidades? Rory Bateman, director de acciones europeas de la firma británica, explica que los inversores no deberían estar alamarmados ante la maduración del ciclo económico. El natural curso de los acontecimientos es esperar una ralentización porque las economías no pueden crecer a perpetuidad, añade Bateman. 

Bateman añade: "Desde la crisis financiera, las acciones europeas no se han recuperado en la misma medida que las americanas, por ejemplo, y sus valoraciones continúan siendo atractivas. El trasatlántico europeo debería continuar en su trayectoria de bajo crecimiento el próximo año o dos años, pero con un escenario de fondo, eso sí, más complicado a nivel global". Asimismo, apunta: "A medida que entramos en un periodo de menor crecimiento, identificar las compañías más atractivas se convierte en algo cada vez más importante para los inversores que buscan rendimientos en el mercado. Las Bolsas siguen siendo susceptibles a periodos de volatilidad y les sugeriríamos a los inversores que sean oportunistas y aprovechen la volatilidad para comprar activos que se han quedado baratos"

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En los últimos tiempos, como resultado de la reciente volatilidad, las valoraciones son más atractivas. Y el equipo multiactivo de Schroders considera que ello supone una oportunidad de compra. Johanna Kyrklund, experta de la firma, señala: "Después de las caídas en los mercados, hemos empezado a aumentar nuestras posiciones en Bolsa. El movimiento es táctico; estamos en una fase madura del mercado alcista en Bolsa, pero creemos que tenemos una ventana de oportunidad para generar retornos a medida que nos acercamos a final de año". 

Kyrklund explica que si han aumentado posiciones en Bolsa es porque los indicadores que vigilan están estables y porque una combinación de fuertes resultados empresariales en Estados Unidos y bajos precios de las acciones ha resultado en una mejora de las valoraciones. "Nuestros indicadores cíclicos sugieren que todavía estamos en una fase de expansión del ciclo económico y nuestros indicadores recesivos indican que aún estamos a 12 o 18 meses de distancia de la próxima recesión", finaliza Kyrklund. 

En la misma línea, los expertos de Unigestion aseguran que el final del ciclo no está cerca. Y, por ello, afirman que aún no ha llegado el momento de volverse más cautos en los mercados financieros. "Desde nuestro punto de vista, el riesgo de recesión es despreciable", afirman. Así pues, si bien consideran que hay indicadores que sí apuntan que estamos al final del ciclo alcista, como el hecho de que el crecimiento haya sido positivo durante un largo periodo de tiempo, que la inflación esté incrementándose tanto vía precios como vía salarios y que las materias primas también estén subiendo, también ponen de manifiesto que hay otros dos indicadores que no dan síntomas de preocupación. ¿Cuáles son estos últimos? En primer lugar, la curva de tipos, que no se ha invertido. En segundo lugar, los motores que sostienen el crecimiento económico: el consumo y la inversión domésticos, que siguen fuertes, lo que que no "casaría" con un escenario recesivo. 

El riesgo inflacionario y de política monetaria

Pero los analistas de Unigestion sí consideran que hay un riesgo: los mercados están subestimando el crecimiento de la inflación, que va a superar expectativas, y, por tanto, los movimientos que puedan realizar los banqueros centrales. 

Justo esto es lo que condiciona su visión sobre la inversión. Los expertos de Unigestion consideran que hay que ser muy selectivos en este momento del ciclo: "Si continuamos viendo al grado de inversión y a los bonos de alto rendimiento como potencialmente en riesgo por el incremento de la inflación, en las acciones creemos que la situación es más mixta". Así, si bien el crecimiento de los beneficios de las compañías del S&P 500 se espera que sea de un 21%, lo que soportaría una subida del índice (sumando dividendos) del 11,5%; en el caso del Stoxx 600 Europe, con un crecimiento esperado de las ganancias empresariales del 9%, y el problema italiano de fondo, abogan por una aproximación más defensiva; mientras que en el mundo emergente ponen de manifiesto cómo las expectativas se han revisado a la baja desde crecimientos del beneficio por acción del 17% en el primer trimestre hasta el 6% en la actualidad, pese a lo cual ahora la firma es más constructiva con esta clase de activo que hace unos meses. 

En líneas generales, los expertos de Unigestion señalan que si bien ven valor en los mercados de acciones, ante los riesgos y ante lo rápido que está cambiando la situación este año, que hace peligrosa la gestión 'long only', aconsejan una actitud mucho más dinámica.

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