Australia baja los tipos por el coronavirus pero el G7 enfría los ánimos

La Reserva Federal australiana es el primer organismo monetario en mover ficha ante el coronavirus y lleva a sus tipos de interés al mínimo histórico, 0,5%. En cambio, el G7 podría saldar su encuentro sin medidas específicas

Australia actua para paliar los posibles efectos económicos sobre la economía del país del coronavirus y recorta en un cuarto de punto el precio del dinero hasta situarlo en el mínimo histórico, 0,5%. 

El organismo monetario no realizaba ningún movimiento desde octubre y se decidió a ello al constatar que el producto interior bruto (PIB) australiano será “notablemente más débil del estimado” por el COVID-19.

Así lo expuso en un comunicado el gobernador de la Reserva Federal, Philip Lowe, que, además, dejó la puerta abierta a más rebajas. Pese a ello, reconoció que es “demasiado pronto” para calibrar los efectos del coronavirus y cuándo y en qué punto se recuperará la economía global de sus efectos.

A su vez, el gobierno australiano comunicó que aprobará estímulos económicos para sostener los empleos más amenazados por el virus. En el caso de Australia sería el turismo, la educación y la minería.

Lagarde deja caer la bajada

Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, declaró que está preparada para tomar medidas “apropiadas y proporcionadas” a los riegos subyacentes del coronavirus.

En un comunicado, la responsable del BCE señaló que este virus crea “muy deprisa” riesgos en las perspectivas económicas y en el funcionamiento de los mercados financieros”.  Pero el pasado viernes, Lagarde opinaba todo lo contrario y dejó caer que no era el momento de una intervención por parte del BCE. 

El G7 cambia de parecer

El ministró de Finanzas francés, Brune Le Maire, señaló el lunes que el G7- Estados Unidos, Alemania, Francia, Canadá, Japón, Reino Unido e Italia- diseñaría “medidas coordinadas” para limitar el impacto del COVID-19 en el crecimiento económico con una “acción concertada” del grupo.

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Así, comunicó que los ministros de finanzas del G7 se reunirían vía teléfono, comienza este martes la reunión y mañana se conocerían las decisiones o conclusiones, para trazar el plan a seguir.

En cambio, según informa Reuters, el borrador del “Grupo de los Siete” no pedirá específicamente nuevos gastos por parte de los gobiernos para combatir los efectos dañinos del coronavirus.

La “acción concertada y coordinada” también estaría en entredicho, en base a la información de Reuters, puesto que el borrador no exigiría que, por ejemplo, se recorten los tipos de interés. Y es que también está sobre la mesa, entiende finanzas.com, la capacidad de los organismos monetarios para actuar contra esta situación y la efectividad real de sus medidas.

La OCDE ve con mejores ojos gastos específicos y políticas económicas que actuaciones monetarias

En el caso del BCE, por ejemplo, habría que comprobar cuánta pólvora le queda tras el alto gasto de compra de deuda, puesto que la propia Lagarde reconoció a principios de febrero que la munición estaba prácticamente agotada.

La OCDE, que recortó a la mitad el crecimiento mundial (hasta el 1,5% en el escenario más adversó, señaló las dificultades de los bancos centrales ante el coronavirus.

Su economista jefe, Laurence Boone, afirmó que no solo se trata de un choque de la demanda, sino también un choque de confianza y de interrupción en la cadena de suministros. Con todo, un escenario al que los bancos centrales “podrían no enfrentarse solos”.

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