Nicaragua, Honduras y El Salvador buscan recursos para desarrollar golfo
Los presidentes de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, de Honduras, Juan Orlando Hernández, y de Nicaragua, Daniel Ortega, solicitaron hoy[…]
Los presidentes de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, de Honduras, Juan Orlando Hernández, y de Nicaragua, Daniel Ortega, solicitaron hoy a las instituciones económicas internacionales financiación para desarrollar un Plan Maestro en el Golfo de Fonseca, que comparten los tres países en el Pacífico.
En una declaración de cuatro puntos, suscrita en el Centro de Convenciones Olof Palme, en Managua, los mandatarios solicitaron al Banco Mundial (BM), al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y al Banco Europeo de Inversiones (BEI), entre otros, financiación para los proyectos de inversión y desarrollo económico el Golfo de Fonseca, que ha sido foco histórico de tensiones.
En el acuerdo, leído por la vicepresidenta y primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo, los mandatarios invitaron a la comunidad internacional a formar parte de ese esfuerzo trinacional, que incluye diferentes proyectos de inversión.
Asimismo, instruyeron a la Comisión Trinacional para que, en permanente coordinación con las instituciones estatales competentes, garanticen una comunicación constante con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCEI) para la formulación de ese Plan Maestro.
El Plan Maestro debe contener el proyecto del ferry entre el puerto salvadoreño La Unión y el puerto nicaragüense de Corinto, en el Pacífico; y el transbordador entre el cruce La Unión-Potosí (El Salvador), ampliándose hacia Amapala y San Lorenzo (Honduras).
Así como el desarrollo e implementación de una zona de empleo y desarrollo económico que incluya un parque logístico, y ejecutar las acciones necesarias para convertir esa región en una zona de libre comercio y turismo sostenible, de acuerdo con la declaración conjunta de Managua.
Otro de los puntos acordados aboga por garantizar, facilitar y promover la participación de las familias, comunidades y gobiernos locales de la zona del Golfo en el proceso de formulación del Plan Maestro.
Además, promover la incorporación efectiva de todos los representantes del sector privado de la región, principalmente a través de las Agencias de Promoción de Inversión de los tres países.
En la declaración, los mandatarios reiteraron su compromiso de garantizar que el Golfo de Fonseca sea una zona de paz, desarrollo sostenible y seguridad para los tres países, especialmente para las familias y comunidades que la habitan.
También agradecieron al BCIE por su disposición de ser la entidad financiera que liderará el proceso de formulación del Plan Maestro de los proyectos de inversión y desarrollo económico para la zona.
"Hoy es una fecha realmente que está marcando una nueva etapa. Estamos pasando de los compromisos, a la acción", señaló el presidente Ortega en su discurso.
"Este esfuerzo tiene una enorme dimensión porque le da a esta zona tan importantísima la posibilidad de un desarrollo sostenible y, sobre esa base, generar oportunidades de empleo a la población", resaltó, por su lado, el presidente salvadoreño.
Sánchez Cerén también aplaudió que el BCIE haya tomado la decisión de liderar la búsqueda de financiación para desarrollar la zona.
"El Golfo de Fonseca, viéndolo en el contexto de Centroamérica, tiene un tremendo potencial", subrayó, por su lado, el presidente hondureño.
Hernández dijo que el Plan Maestro que ejecutarán los tres países en el Golfo "puede ser uno de los principales polos de desarrollo de Centroamérica".
Los tres mandatarios pidieron al BCIE acortar los plazos para presentar los proyectos a los organismos multilaterales.
En la reunión participó el secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), Vinicio Cerezo; el titular del BCIE, Nick Rischbieth; entre otros.
El Golfo de Fonseca, región que comparten las tres naciones centroamericanas, durante muchos años ha sido motivo de conflictos por denuncias de pescadores de un país faenando en aguas de otro, que en muchos casos terminan con la captura de personas y el decomiso de embarcaciones y el producto que han extraído del mar.
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