Ni el independentismo ni Madrid. El coronavirus cancela el Mobile World Congress de Barcelona
La organización del congreso de móviles de Barcelona se sobrecoge ante el goteo de deserciones de grandes marcas por miedo al coronavirus. Opta finalmente por cancelar el MWC: una feria tecnológica expuesta tradicionalmente a riesgos políticos
No ha quedado más remedio que cancelar el Mobile World Congress 2020 ante la alarma alimentada por el coronavirus. Así lo ha decidido finalmente el consejo de GSMA, la mayor patronal del sector, en una reunión extraordinaria este miércoles.
Las dudas envolvían, hace meses, la continuidad por riesgos políticos del congreso de móviles en Barcelona. La violencia tras la sentencia que condenó a los líderes catalanes indepedentistas por rebelión desató los mayores temores.
A continuación, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso (PP), confesó su intención de "arrebatar" el certamen a la enterna rival: Barcelona.
Nadie barruntó que, pese al ruido político, el Mobile World Congress de este año estuviera en peligro real. La renovación del contrato entre GSMA y Barcelona, prevista para el 2023, era otro asunto.
Pero, finalmente, Barcelona y España pierden esta edición de su mayor congreso por miedo al contagio de coronavirus Covid-19. Un riesgo inesperado y definitivo.
La posición de las compañías de telecomunicaciones frente a los organizadores acabó por ser decisiva.
MWC: crónica de una agonía con final previsible
"La GSMA ha cancelado el MWC Barcelona 2020 por la preocupación global con respecto al brote de coronavirus. La preocupación por los viajes y otras circunstancias hacen que sea imposible que se celebre el evento. Las partes anfitrionas respetan y entienden esta decisión. La GSMA continuará trabajando al unísono y apoyándose mutuamente para el MWC Barcelona 2021 y futuras ediciones", afirmó la organización en un comunicado.
Las alarmas empezaron a saltar con la renuncia de LG a pisar la feria tecnológica y la puntilla la han dado las firmas de telecomunicaciones, como Deutsche Telekom y BT, que representan a la parte de la industria que más poder de decisión tiene en este evento.
La reunión, por videoconferencia, generó gran incertidumbre durante el jueves, puesto que GSMA evaluó hasta el último instante las posibilidades de seguir adelante con un MWC diezmado por las bajas de las grandes atracciones. En dicho organismo, compuesto por 26 integrantes, están presentes compañías de telecomunicaciones chinas, pero también las principales firmas europeas, como Telefónica, British Telecom, Vodafone y Orange.
El principio del fin
La decisión del consejo de GSMA dinamita un eventó que LG comenzó a poner en la cuerda floja con el anuncio de su retirada. Desató el efecto dominó: compañías como Nvidia, Ericsson, Cisco, Facebook, Amazon y Vivo siguieron sus pasos hasta prácticamente perder la cuenta de las bajas [aquí puede consultar la lista completa].
Los contactos entre las empresas de mayor peso en el Mobile han sido permanentes. Fuentes internas admiten que la preocupación aumentaba con cada anuncio de retirada y que, finalmente, ha resultado inasumible pensar en que el goteo de bajas podía seguir a lo largo de los próximos días.
Los organizadores, tras conocer las últimas bajas (Rakuten, Nokia y Deutsche Telekom), sabían que este Mobile iba a quedar descafeinado si se mantenía.
Se daba por hecho que el número de asistentes (107.000 en la última edición) se reduciría al haber perdido ya cerca del 10% de la superficie ocupada. También se había asumido que la recaudación para la ciudad de Barcelona, que se cifra en torno a los 500 millones de euros, se rebajaría.
Dos factores negativos a los que había que añadir un tercero: una agenda mediática marcada por la emergencia sanitaria, que eclipsaría las presentaciones y novedades.
Los bandazos de GSMA
Distintas voces consultadas coinciden al señalar que la crisis del coronavirus pasó por encima de la organización.
Y es que GSMA, con sede en Londres, no ha dejado de dar bandazos: primero se negó a implantar medidas sanitarias y después, ante la salida de Amazon y otras empresas de renombre, implantó medidas paliativas.
Unas soluciones que, a ojos de algunas compañías que iban a estar presentes, no modificarían nada.
Las ultimas informaciones que señalaban que el periodo de incubación de la neumonía podía llegar a ser de 24 días, y no de 14, echaban por el suelo algunas de las medidas de GSMA, como la de no admitir a asistentes chinos que no hayan estado fuera del país, al menos, dos semanas antes de su llegada a Barcelona.
La otra clave del posicionamiento de los organizadores se explica en el apartado económico, pues hay demasiado dinero en juego en función de quien cancele (feria o empresas). Wired publicó en las últimas horas que GSMA presionó al Gobierno de España para que declare una alerta sanitaria y así facilitar las coberturas de seguro por cancelaciones.