Tesla es el bitcoin y el cannabis de los coches eléctricos. O no
El mercado reflexiona sobre si las subidas de vértigo en Tesla están apoyadas en los fundamentales y perspectivas de la compañía o se trata de una "burbuja" en toda regla
Los números de Tesla en bolsa marean a cualquier inversor. El fabricante de automóviles eléctricos de Elon Musk (uno de los diez líderes mundiales que impulsan el capitalismo ético de acuerdo con la revista INVERSIÓN y Bloomberg) ha quintuplicado su capitalización bursátil desde el verano hasta los 160.000 millones de dólares.
La compañía vale lo mismo que General Motors, Ford y Fiat Chyrler juntas, al dispararse un 100% en un mes. Solo la supera Toyota, un gigante histórico de 200.000 millones de dólares en el parqué.
Tras la presentación de resultados, superó con creces las previsiones del cuarto trimestre: subió un 60% en bolsa en seis días y elevó su capitalización en unos 59.000 millones de dólares.
En menos de un mes ha doblado el precio del título, de los 400 a 800 dólares y cotiza un 50% por encima del precio marcado por el consenso del mercado.
Este acelerón provocó que sus títulos se aproximasen a los 1.000 dólares a nivel intradiario. Pero tras subir casi un 35% en dos sesiones, corrigió un 17%, mayor caída desde 2013.
¿La burbuja del año o una compañía sólida?
Tesla ha logrado generar caja por primera vez saneando las cuentas, dispone de reservas de hasta 6.000 millones de dólares y hay grandes expectativas en todos sus modelos y en futuro camión eléctrico.
Desde China también llegan buenas noticias tras firmar un acuerdo con el fabricante local de baterías Contemporary Amperex Technology. Gracias a este contrato espera alcanzar los 500.000 vehículos producidos en el 2020, un 36% más que el curso pasado.
¿Pero son motivos suficientes para sostener las subidas? George Pizarro, CFA para IG España, está convencido de que esta subida está “fuera de lo normal, no tiene relación directa con la realidad de la empresa o de sus predicciones”.
Esta situación bursátil recuerda a Pizarro a la euforia que acompañaba a bitcoin en el 2017 o al cannabis en el 2018 y rememora cómo muchos de los inversores institucionales que se habían posicionado en corto han hecho caja ahora.
Finanzas.com entiende que lo que “enamora” a los inversores de Tesla es que, dentro de un mundo tecnológico cada vez más vertiginoso, promete desarrollar baterías de 800 kilómetros de autonomía o coches que se conducirán solos.
Tesla pretende producir 500.000 vehículos en 2020, un 36% más que en 2019
De modo que esta “burbuja” en Tesla, de confirmarse, parece estar liderada por minoristas que tienen miedo de quedarse fuera de una “subida aplastante”.
La casa de análisis Canaccord Genuity rebajó su recomendación de comprar a mantener tras el rally al considerar que su ratio riesgo/beneficio no invita a mayor optimismo y que el coronavirus podría provocar retrasos en la fabricación de su Modelo 3.
En Morgan Stanley también frenan el optimismo al recordar que, pese a los buenos resultados del cuarto trimestre, las guías para este curso en cuanto a los márgenes no son superiores a las del consenso y que les cuesta encontrar “fundamentales sólidos”.
Ingresos inestables y... ni rastro de dividendos
Por otro lado, Tesla aún no ha demostrado rentabilidad durante todos los trimestres de un mismo ejercicio, no estabiliza ingresos, tiene elevados costes de capital, sus rivales logran mejores datos en ingresos o ventas y, por el lado bursátil, no reparte dividendo.