Las herramientas más potentes para el trader
Josep Codina habló sobre Atlas, Vigia y Konkorde, los indicadores técnicos creados por Xavier García. Al que más tiempo dedicó fue a Konkorde. Un indicador que combina simultáneamente y en un mismo entorno gráfico, información sobre tendencia y volumen. Es capaz de mezclar y armonizar señales de tendencia y volumen al mismo tiempo. El algoritmo está compuesto por otros 6 indicadores: 4 de tendencia y 2 de volumen.
El analista Josep Codina expuso los que para él son los indicadores técnicos de nueva generación más potentes y a los que mejor rendimiento puede sacar el trader. Aunque un aspecto quedó claro desde el principio: «La búsqueda de indicadores técnicos se puede comparar con la del Santo Grial».
En referencia a la complejidad de decantarse por un determinado indicador para trabajar. En definitiva, se trata de ofrecer al trader las mayores herramientas posibles para que pueda realizar su trabajo en las mejores condiciones. Con el objetivo de sintetizar cuales son los más competentes que se puede encontrar el trader, se decantó por los creados por Xabier García: Atlas, Vigia y Konkorde.
El indicador Atlas es un indicador basado en las bandas de Bollinger que busca trabajar con la volatilidad.
Por su parte, Vigia es una integración de indicadores y la problemática que pretende resolver es la ocupación de espacio en el gráfico y corregir las divergencias en su lectura.
Al que más tiempo dedicó fue a Konkorde. Un indicador que combina simultáneamente y en un mismo entorno gráfico, información sobre tendencia y volumen. Es capaz de mezclar y armonizar señales de tendencia y volumen al mismo tiempo. El algoritmo está compuesto por otros 6 indicadores: 4 de tendencia y 2 de volumen.
La magia de Koncorde
"Como indicadores técnicos de nueva generación deberíamos entender aquellos que se basan y aplican los principios actuales de la gestión de datos y de la representación gráfica", explica el propio Xavier García en un artículo publicado en Finanzas.com. Cuando hablamos de los indicadores técnicos tradicionales (RSI, MACD, Momentum, etc.) nos estamos remontando a desarrollos matemáticamente exquisitos pero diseñados según los conocimientos y la capacidad gráfica de hace más de 30 años, en la mayor parte de los casos. Y eso en el mundo de la tecnología es un auténtico abismo de tiempo.
La potencia de proceso y las posibilidades gráficas de cualquier dispositivo de bolsillo actual superan en mucho a las disponibles en aquellos tiempos por las máquinas más potentes y sofisticadas entonces disponibles. Y, lógicamente, su diseño y prestaciones están en consonancia con las posibilidades grafico-técnicas de aquel momento. Las actuales técnicas de análisis, gestión y representación de datos están (afortunadamente) a años luz de aquellas.
Por todo ello, para que un indicador técnico pueda considerarse "de nueva generación" no sólo ha de ser de creación reciente, sino debería aplicar en lo posible las nuevas técnicas y principios tanto en la algorítmica como en la representación de cualquier flujo de datos coherente como es, en nuestro caso, el de los mercados. Porque, al final, lo que se pretende es ofrecer al trader un entorno lo más rico en datos posible y gráficamente coherente para ayudarle en la toma de decisiones. Y cuantos más datos seamos capaces de incorporar y presentar adecuadamente, mejor seremos capaces de evaluarlos.
Al final de todo se reduce a ofrecer al trader del siglo XXI herramientas del mismo nivel de complejidad gráfica de las que disfrutan actualmente técnicos e ingenieros de cualquier otra especialidad.
Descripción técnica
Con el convencimiento que los traders están también perfectamente capacitados para manejar entornos gráficos complejos, me planteé hace unos 11 años si sería posible componer un indicador técnico, capaz de mezclar y armonizar señales de tendencia y volumen al mismo tiempo, y con ese objetivo diseñé Koncorde, que ha alcanzado la v.10. El algoritmo de Koncorde está compuesto por otros 6 indicadores: 4 de tendencia y 2 de volumen.
Para su representación gráfica utilicé la técnica denominada de "áreas de color solapadas" lo que en su momento también supuso una cierta novedad dentro del diseño de indicadores bursátiles. Gráficamente, las áreas de color parecen situarse en planos diferentes y sujetos a solapamientos y ocultaciones, algo que es muy fácil de interpretar por nuestro cerebro.
El área marrón y la media roja representan la tendencia mientras que las áreas verde y azul, representan el volumen. Para el cálculo del área marrón (tendencia) se utiliza una versión adaptada y acelerada de mi indicador Blai5 Vigía, que es un indicador armonizado, ponderado y amplificado, compuesto en su algoritmo por RSI, MFI, Bandas de Bollinger y Estocástico.
El área verde y el área azul se obtienen de la variación porcentual de los indicadores IVP (Índice de Volumen Positivo) e IVN (Índice de Volumen Negativo).
Cualquiera que lea la documentación disponible sobre estas dos pequeñas joyas matemáticas descubrirá que atribuyen los volúmenes negociados a manos fuertes (IVN) o manos débiles (IVP) publicados en 1975 por Norman Fosback. En el caso de Koncorde las manos fuertes están representadas por los movimientos del área azul (oscilando sobre valor cero) y las manos débiles, por el de la verde (oscilando sobre la curva del área marrón o de tendencia).
El objetivo de todo este esfuerzo era conseguir, con un golpe de vista y en un sólo gráfico, "CONCORDAR" el movimiento tendencial del indicador con los movimientos significativos del volumen segregado. De ahí nació la idea base de Koncorde, y también derivó su nombre (primera con K y segunda con C).
Concepción general y operativa
Como recién comentábamos, el indicador está compuesto por tres áreas que se solapan (verde, marrón y azul) y una línea roja (media exponencial) que las cruza. El primer ejercicio básico es percibir que existen dos conjuntos de señales: los derivados de los distintos cruces (el más obvio y habitual) y un segundo grupo de eventos que denomino "patrones", mucho más rico y complejo generado por los movimientos de las áreas.
Lo explicaré con un símil que, aunque quizás parezca un poco infantil, sin duda ayudará a la comprensión porque tiene valor mnemotécnico.
El área marrón son las "montañas", y señalan la tendencia. Sobre ellas oscila una línea roja, que es una media exponencial. Ella nos ayuda a identificar, sin mucha dificultad, si nos encontramos en una fase alcista o bajista del valor.
Pero, más hermosas que unas montañas peladas, son las coronadas por verdes pastos y cuyos pies están regados por frescos ríos, ¿verdad? Quizás suene tonto, pero este tipo de trucos mnemotécnicos son más poderosos que otro tipo de explicaciones más pomposas y sofisticadas. El área verde superior y la azul inferior son variaciones porcentuales de los indicadores IVN e IVP. Traducidos en forma de áreas de color, los atribuimos a las variaciones de los volúmenes específicos de manos fuertes (azul = río) y de manos débiles (verde = pastos).
En general, un área verde emergiendo sobre el perfil de la "montaña" o un área azul sobre la línea cero nos hablan de una situación de compra (en atribución) de manos débiles (verde) o fuertes (azul), mientras que la situación contraria nos hablaría de ventas en ambos casos.
Su pendiente (dado su carácter de variación proporcional) deberíamos entenderla más como intensidad o "velocidad" que como volumen absoluto, que no lo es. Y "atribución" quiere decir exactamente eso: un "truco" o recurso matemático pues es imposible saber con certeza quién compra o vende qué en el mercado. Pero el "recurso" de Fosback demuestra ser muy útil años después de su publicación.
Son muchos los patrones (combinaciones) que el flujo de datos va configurando, el algoritmo calculando y el gráfico representando.