El sistema de pensiones británico podría ser una solución al problema español
La patronal aseguradora UNESPA apuesta por implantar en España un modelo de pensiones similar al británico, en el que además[…]
La patronal aseguradora UNESPA apuesta por implantar en España un modelo de pensiones similar al británico, en el que además del pilar público, hay una sistema privado con aportaciones obligatorias por parte de los empresarios y los trabajadores.
Así lo ha explicado la presidenta de UNESPA, Pilar González de Frutos, en la presentación de un estudio sobre el sistema británico, que está contribuyendo a impulsar el ahorro y a mejorar los ingresos por jubilación de los trabajadores británicos, especialmente de los de rentas medias-bajas.
Desde octubre de 2012 los empresarios británicos tienen que inscribir obligatoriamente a todos sus empleados a algún tipo de plan de previsión, complementario de las prestaciones públicas, y deben hacer aportaciones mínimas siempre que el empleado contribuya con lo que le corresponda, aunque para el trabajador es un sistema voluntario.
Desde abril de 2019 la aportación mínima obligatoria es del 8 % del salario: un 3 % a cargo del empresario, un 4 % por cuenta del empleado y un 1 % aportado por el Estado, que se realiza a través de la deducción fiscal de las aportaciones y que se incluye como aportación extra al plan de pensiones.
El estudio, realizado por el profesor de la Universidad de Barcelona Fernando Martínez Cue, señala que desde el arranque del sistema ha habido un aumento significativo de trabajadores con un plan de pensiones de empresa, hasta alcanzar a 18,7 millones de personas, el 87 % y 32 puntos porcentuales más que seis años antes.
A cierre de 2017 habían inscrito a sus empleados en estos sistemas 1,4 millones de empresas. Prácticamente todas las grandes (el 99 %) lo habían hecho, entre las medianas el porcentaje alcanza el 97 % y entre las pequeñas, el 84 %.
Las aportaciones realizadas por las empresas en favor de los empleados en 2017 sumaron 90.300 millones de libras (105.967 millones de euros) y las de los trabajadores alcanzaron 20.000 millones de libras (23.470 millones de euros).
El estudio calcula que la cantidad adicional que se aportará en el año fiscal 2019/2020 como consecuencia del aumento de aportaciones realizadas el pasado abril sumará 19.700 millones de libras (21.005 millones de euros).
Además, el estudio destaca el aumento de la participación en este sistema de previsión de los jóvenes (desde el 24 % de 2012 al 68 % en 2016) y de los trabajadores con rentas más bajas, muchos de los cuales han empezado a ahorrar para la jubilación por primera vez.
La opción de salirse del sistema sólo fue ejercitada por el 9 % de los trabajadores inscritos automáticamente.
Los empresarios británicos son partidarios de incorporar a este sistema a los autónomos y a los empleados con salarios inferiores a 10.000 libras anuales (11.735 euros), que ahora no están obligados a inscribir.
Las bonificaciones fiscales de este sistema consisten en la aportación por parte del Estado del 1 % del salario del empleado al instrumentos de pensiones y en la exención total de las aportaciones de los trabajadores, aunque no tienen desgravación a efectos de cotización a la Seguridad Social.
Las cuantías a cargo de las empresas son consideradas íntegramente gasto deducible en el Impuesto de Sociedades además de que no están sujetas a cotización de la Seguridad Social.