El día de Stellantis. Debilidades y fortalezas del nuevo gigante

Los accionistas de Fiat y PSA votan la fusión que alumbrará al cuarto productor de coches del mundo: Stellantis

Los accionistas de Fiat Chrysler (FCA) y el grupo PSA votan este lunes la fusión de ambos fabricantes de coches para alumbrar Stellantis, un gigante destinado a convertirse en el cuarto productor de automóviles del mundo.

Está previsto que la votación se realice de manera separada en las respectivas juntas generales de accionistas que han convocado ambas compañías.

La de FCA, por ejemplo, se celebra a las 14.30 horas de la tarde de manera telemática para evitar riesgos asociados a la pandemia de coronavirus.

Una vez superado este paso (que con toda probabilidad será afirmativo), ya solo quedará la aprobación de las autoridades europeas, que están estudiando la operación con lupa para evitar que la misma suponga una merma de la competencia en el Viejo Continente.

En concreto, a la Comisión Europea le preocupa que la operación afecte al segmento de las furgonetas, donde ambas compañías tienen una importante cuota de mercado.

En cuanto a plazos, se calcula que no será hasta marzo cuando se selle de manera definitiva este matrimonio que comenzó a gestarse hace ya unos dos años.

Arduo camino hasta el matrimonio

Dos años que han estado plagados de dificultades, con Fiat llegando a coquetear con el rival de PSA, Renault.

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Sin embargo, al final ha pesado la posibilidad de unir fuerzas como han hecho otros competidores de la talla de Volkswagen y Toyota para luchar contra los nuevos actores que surgen para hacerse con el mercado de coches eléctricos y vehículos autónomos.

El reto de la electrificación

Y es que, más que la fusión, el verdadero reto de Stellantis una vez que se formalice de manera definitiva la operación va a ser adaptarse a los cambios que se están produciendo en el sector debido al auge del coche eléctrico.

En ese sentido, el futuro consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, ha aseverado en declaraciones a la prensa especializada que la fusionada no apostará por los coches de combustión ante la certeza de que la Unión Europea los prohibirá en algún momento entre 2030 y 2040.

Asimismo, otra debilidad que la fusionada debe afrontar es la escasa presencia de la compañía en el atractivo segmento del lujo y en el vibrante mercado chino.

Fortalezas de Stellantis

En contraposición, la nueva compañía va a ser fuerte en el mercado de camionetas y SUV de los Estados Unidos y, por supuesto, en el mercado europeo (que, por desgracia está más maduro e incluso menguando que el asiático).

En todo caso, lo que está claro es que Stellantis planea mejorar sus cuentas a través de las sinergias de 5.000 millones de euros que obtendrá gracias a la fusión.

A este respecto, en principio no estaba previsto el cierre de plantas pero la crisis del coronavirus puede haber modificado los planes iniciales.

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