EE.UU. pone en peligro la fortaleza del auge del comercio mundial

Proteccionismo y comercio mundial no son términos que habitualmente vayan unidos. Más bien se repelen. Y así queda de manifiesto[…]

Proteccionismo y comercio mundial no son términos que habitualmente vayan unidos. Más bien se repelen. Y así queda de manifiesto en las estimaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre el impacto que tendrán los aranceles de Estados Unidos sobre las transacciones a nivel global. Es más, las previsiones apuntan a un cambio en la tendencia que frena la fortaleza del crecimiento de 2017.

El Indicador de las Perspectivas del Comercio Mundial de la OMC más reciente alerta de que, aunque los intercambios de mercancías seguirán al alza, sufrirán una desaceleración desde el anterior valor (102,3) hasta el actual en los 101,8. Esto supone 1,8 puntos más que el valor de referencia de 100, a partir del cual datos superiores significan crecimiento de la tendencia e inferiores decrecimiento. Esta organización avisó en la publicación de ese nuevo dato su relación con «la creciente incertidumbre económica provocada por el aumento de las tensiones comerciales» que existen a día de hoy entre Estados Unidos y el resto del mundo.

Fuentes de la OMC explican que «hay un cambio de tendencia» en el volumen de tráfico mundial por culpa del proteccionismo de Trump, que se traduce en imponer aranceles al resto de países para proteger su mercado por razones de seguridad nacional. Sin embargo, desde la organización todavía se niegan a hablar de un enfrentamiento global, sino que se refieren a una «preguerra comercial», lo cual está frenando la buena evolución del comercio en 2017. «El dinero es cobarde. Hay una nieba de tensión e inestabilidad», explica esta misma fuente. Entre las razones de este frenazo al comercio, la OMC pone el foco, entre otras, en la caída generalizada del índice de órdenes de exportación desde un valor superior al de referencia de 100 hasta los 98.1 puntos, lo que supone una bajada de los pedidos de exportación.

La tendencia para el segundo trimestre de 2018 es de ralentización, igual que para el resto del año en términos interanuales. En 2017 el comercio mundial aumentó un 4,7%, pero las tensiones comerciales de este ejercicio han forzado a la OMC a rebajar sus previsiones al 4,4% para este año, aunque con ciertas cautelas: fuentes de la organización explican que la situación no va a mejorar sino todo lo contrario, con lo que, de mantenerse la guerra comercial de Estados Unidos con el resto del planeta, acrecentada ahora por la amenaza de impuestos a los automóviles, el retroceso podría ser mayor del esperado. Así, podría no repetirse el gran crecimiento de cada trimestre de 2017 por encima del 1%, algo que no se daba desde 2010.

Si las estimaciones de la OMC avisan de una bajada de las exportaciones, la Unión Europea podría estar comenzando a sentir sus efectos. Según los últimos datos de Eurostat de marzo de 2018, cuando ya se anunciaron los aranceles, las exportaciones bajaron un 2,4% y las importaciones lo hicieron en un 4,2%, todo ello en términos interanuales. Así, este es el primer dato negativo desde diciembre de 2017 y el segundo desde abril de ese mismo año.

Pese a que la Comisión Europea avisa de que se trata tan solo de la evolución de un mes y aún es pronto para conocer el impacto, Robert Tornabell, profesor de Economía de Esade, alerta del retroceso: «Los empresarios se mueven por expectativas. La Unión Europea pierde ritmo por ello, ya que es muy sensible a los cambios por ser muy exportadora».

Este mismo experto explica que esto se traduce en que «el comercio mundial está bajando ya», y hace hincapié en que, de la Unión Europea, hay un país que sufrirá más que cualquier otro los aranceles del presidente norteamericano Donald Trump: Alemania. La razón está en el hecho de situarse a la cabeza de las exportaciones a Estados Unidos de los productos gravados en el mercado comunitario.

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Sin embargo, otros analistas consultados son más optimistas respecto a la situación actual, pero todos coinciden en el riesgo que supone el proteccionismo para el comercio mundial. «Van a cambiar las reglas del juego», afirma Juan Carlos Martínez, profesor de Economía del IE Business School, quien prosigue con que «hay alerta» por una futura contracción y que la bajada de las exportaciones comunitarias puede deberse a factores cíclicos. «Las inversiones pueden verse cuestionadas», reconoce.

Desde Funcas, la visión es muy similar. Prevén un «crecimiento menor» que el actual, aunque reconocen sus expertos que «todavía es pronto» para cuantificar el daño final que causará Trump al volumen de negocio. Aun así, su tesis principal es la misma que comparten los expertos de Esade y del IE Business School: «Es un peligro».

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