El Ibex-35 acaricia los 9.000 con la esperanza en un acuerdo comercial
La disposición de China a llegar a un acuerdo comercial, aunque sea sólo parcial, con Estados Unidos animó a los inversores. También, el anuncio de Jerome Powell de que la Fed volverá a realizar compras de activos.
Rebote en los mercados de renta variable a nivel global. Y ello, por la renovada esperanza en que sea posible un acuerdo comercial, al menos parcial, entre Estados Unidos y China. Después de haberse incrementado las hostilidades entre los dos contendientes en los primeros días de la semana, China ahora parece abierta a llegar un acuerdo si no se deciden aranceles adicionales. A cambio, el Gobierno de Pekín estaría dispuesto a ofrecer concesiones tales como compras de productos agrícolas. En declaraciones a Bloomberg, Randy Frederick, de Charles Schwab, afirmó que da ánimos escuchar a China manifestarse en esos términos y destacó que sería muy positivo que ambas partes, tanto la china como la estadounidense, acordaran no incrementar más los aranceles. Las conversaciones entre las dos potencias se reanudarán a partir de mañana.
También ayudó a los mercados que el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Jerome Powell, afirmara ayer que la institución retomará las compras de activos para evitar que se repitan las turbulencias de los últimos días en el mercado monetario. Asimismo, avanzó la posibilidad de que haya otra bajada de los tipos de interés. Ello pudo estar detrás de la ligera apreciación que registró el euro frente al dólar, para quedarse otra vez a las puertas del nivel de 1,10 unidades.
Pero los avances se enfrentaron a un freno: las nuevas hostilidades en Oriente Próximo. Turquía ha arrancado oficialmente su ofensiva militar en el noreste de Siria contra el pueblo kurdo que luchó allí, junto a Estados Unidos, y contra el Estado Islámico. Pero Donald Trump ha decidido la retirada americana y ello ha dado vía libre a Erdogan para lanzar el ataque. Aunque ello, con consecuencias financieras: el interés del bono turco a diez años en moneda local subía hasta acercarse al 14% y la lira turca era la peor de las monedas emergentes del día, con una caída del 0,56% frente al dólar. Además, sus acciones registraban pérdidas de más de dos puntos porcentuales.
Con ello, el Ibex-35, al cierre se anotaba un 0,58%, para dar un último cambio en los 8.991 puntos. No tuvo fuerza suficiente para recuperar los 9.000 puntos que perdía ayer.
Cellnex volvió a liderar los ascensos, con una revalorización del 3,42%: al mercado le ha entusiasmado la ampliación de capital para financiar la adquisición en el Reino Unido. Le siguió Cie Automotive, que se anotó un 1,97%. Griofls, Aena, Amadeus, Repsol, Colonial e Inditex avanzaron más de un punto porcentual.
Entre los grandes valores, también Santander y Telefónica cerraron en verde, con avances de un 0,65%. E Iberdrola y BBVA ganaron un 0,21% y un 0,01%, respectivamente.
En rojo, Ence fue el peor, con un descenso del 2,96%. A continuación se colocó Acciona, con un recorte del 1,79%. Pero además de éstos, sólo ocho valores terminaron con pérdidas. La mayoría de ellos, de sesgo defensivo, como Merlin, Naturgy o Enagás.
En el resto de Europa también dominaron las subidas. En índice que más ganó fue el Dax alemán, que se apuntó un 1,04%. El Cac 40 francés se anotó un 0,78%. El Ftse Mib de Milán se revalorizó alrededor de un 0,60%. Las ganancias más discretas correspondieron al Ftse 100 británico (0,33%) y al PSI-20 de Lisboa (0,16%).
En Estados Unidos, los indicadores también se movían al alza. Al cierre de la sesión europea, el Dow Jones y el S&P 500 ganaban más de medio punto porcentual, mientras que el Nasdaq subía un 0,84%.
En el mercado de bonos, la confianza en que sea posible un acuerdo comercial y ello quite presión sobre la economía favoreció ventas de títulos y, por tanto, a subidas en los intereses de los bonos. Aunque fueron muy discretas. El interés del título americano a diez años pasó del 1,53% al 1,57%, mientras que el del título alemán pasó del -0,60% al -0,56%.
En todo caso, en la sesión de hoy vimos la extensión de los tipos negativos a un país más: Grecia. Emitió letras a 13 semanas con una rentabilidad del -0,02%.
El oro, pese al mejor tono de los mercados, ganó posiciones: al cierre avanzaba un 0,12%, hasta los 1.507 dólares la onza.
Pero sí subió el petróleo. El barril de Brent, de referencia en Europa, subía un 1,56%, para rebasar los 59 dólares. El barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, ganaba un 1,65%, hasta los 53,50 dólares.