Cómo afectará el impeachment de Trump a los mercados
El presidente ha advertido de un crash bursátil
El anuncio de la apertura del proceso de impeachment al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después de trascender sus presiones al presidente ucranio para que investigara al hijo del candidato a las primarias demócratas que va primero en las encuestas, Joe Biden, es decir, al hijo de quien podría ser su rival en las elecciones presidenciales de 2020, introdujo volatilidad en el mercado. Sobre todo el día que la presidenta de la Cámara de Representantes, la veterana demócrata Nancy Pelosi, anunció la decisión, durante muchos meses solicitada por relevantes miembros del ala izquierda de su partido y que sólo ahora parece empezar a prosperar.
Los índices estadounidenses se movieron a la baja esa sesión y el dinero fluyó hacia los refugios: el bono americano a diez años registró su mayor caída desde mediados de agosto. Pero pronto se recondujo la situación. No es que la marcha del mercado mejorara, pero sí parece que los inversores comenzaron a fijarse en otras cosas: los datos económicos y las noticias sobre la guerra comercial (Donald Trump, por ejemplo, volvió a acusar a China de manipular la divisa y trascendió que no se va a prorrogar la moratoria de que disfrutan las empresas americanas para continuar vendiendo a Huawei).
Pero los mercados no tendrían que pasar por alto la crisis política que atraviesa Estados Unidos por los excesos en el uso del poder en que incurre su presidente. Y no porque éste haya avisado de un crash bursátil en el caso de que los demócratas continúen con el procedimiento para ver un juicio político contra él.
Cuando la Cámara de Representantes votó para iniciar los procedimientos contra Bill Clinton, el 8 de octubre de 1998, el S&P 500 cayó hasta mínimos de nueve meses. Aunque la historia que llevó a ese presidente a someterse (y a ganar) al proceso hacia su destitución, las mentiras que profirió respecto a su relación con Monica Lewinsky, venía de atrás y, posiblemente, ya había ocasionado descensos en los mercados, sobre todo durante el verano, con la cooperación de la crisis asiática. En todo caso, esos recortes fueron para comprar, puesto que para final de año, el índice había recuperado más de un 30%, también con la colaboración de la crisis asiática, que llevó a la Reserva Federal norteamericana a bajar los tipos de interés en 75 puntos básicos. El juicio político a Clinton arrancaría en enero de 1999.
La Bolsa americana también sufrió con el caso Watergate, que llevó a Richard Nixon a dimitir antes de iniciarse el proceso de pimpeachment' que seguramente hubiera tenido lugar, y la rentabilidad de los bonos se disparó.
Naufal Snaullah, de EIA All Weather Naufal Partners, comenta en declaraciones a Bloomberg que los titulares sobre el proceso de destitución pueden ser bajistas para el mercado en un primer momento, pero también opina que el proceso puede llevar a que Donald Trump reduzca la fijación que tiene por la cuestión comercial y desescale el conflicto. También cabe la posibilidad de que la posición de Donald Trump y su equipo negociador quede debilitada al ver cuestionado su poder, sobre todo si comienzan a aflorar republicanos críticos, especialmente si son senadores, donde la mayoría republicana debería ser un seguro contra su destitución.
Los actores del mercado más optimistas afirman que si el juicio político contra Trump logra llevar la guerra comercial a un segundo plano, porque Trump se centre más en defenderse que en otras cuestiones, los mercados podrían incluso verse beneficiados. El presidente podría verse obligado a defenderse incluso dentro de su propio partido, para asegurarse de que la mayoría republicana en el Senado le sirve para abortar el proceso y mantenerse en el poder.
Desde Julius Baer, sin embargo, consideran que el hecho de que haya muchos republicanos, tanto en el propio partido como entre sus simpatizantes, mucho más duros en sus posiciones contra China podría llevar a Trump a endurecer su estrategia, lo que podría impedir un acuerdo en lo que queda de año, y ello debilitaría aún más a las Bolsas.
Hay que ver más movimientos
Christopher Harvey, de Wells Fargo, por el momento, no espera un gran impacto de la crisis política en los mercados. "Un movimiento serio hacia el impeachment no sólo implica presentar los votos en el registro, también incluye la elección de un fiscal especial y otros movimientos procedimentales. Hasta que no los veamos, no esperamos más impacto material en las acciones", afirma Harvey.
Brian Gradner, de KBW, con la referencia del proceso contra Clinton, afirma que el que pueda abrirse contra Trump tendrá un pequeño impacto en el mercado (a su juicio, lo que movió a las Bolsas en 1998-1999 fue la crisis asiática). Pero Gradner sí considera que, con el impeachment, la probabilidad de una reelección de Trump el año que viene puede incrementarse. No sólo porque el presidente tiene una gran habilidad para dar la vuelta a los argumentos. También debido a que la historia debilita a Biden como candidato y eleva la probabilidad de una victoria en las primarias demócratas de Elisabeth Warren, una candidata situada más a la izquierda que el moderado Biden y que, en opinión de Gradner, sería más débil frente al republicano en las presidenciales de dentro de poco más de un año.
Ed Mills, de Raymond James, pone el foco, mientras tanto, en la posibilidad de que este nuevo motivo de incertidumbre eleve la probabilidad de una recesión. Sobre todo si, como apuntan desde Beacon Policy Advisors, Donald Trump se encarga de introducir algún elemento distractor de la atención, como el año pasado hizo con la amenaza llevada a la práctica de permitir un cierre de la Administración.
En cuanto a la estrategia en los mercados para lidiar con la crisis política, desde Julius Baer apuntan algunas líneas: tendría que favorecer al dólar; no debería tener grandes repercusiones en la Bolsa (mantendrían su apuesta por los valores cíclicos); el mercado de renta fija podría encontrar soporte a medio plazo (en este universo, se quedan con bonos corporativos); mientras que el impacto positivo en el oro no debería durar mucho (pese a que la firma mantiene una visión constructiva con el metal precioso).