Sarrión, el pueblo que encontró bajo tierra su recta contra la despoblación
No es un cuento, pero esta historia bien podría comenzar así: había una vez un pueblo en la serranía turolense[…]
No es un cuento, pero esta historia bien podría comenzar así: había una vez un pueblo en la serranía turolense donde hace 70-80 años crecía la trufa silvestre en terreno desordenado. Algunos recogían aquella «patata negra» sin saber bien para qué servía y la enterraban en brandy o aceite de oliva en el hogar. Luego condimentaban algunos platos. Otros la desechaban. Cuando algunos turistas franceses llegaron hace cuatro décadas al diminuto municipio y regañaron a los agricultores por ningunear aquel oro negro que yacía bajo sus pies, los «primeros locos» se aventuraron en cultivar plantaciones enteras de carrascas (árbol en cuyas raíces crece la trufa) y aguardar sus frutos.